CANTANIA 2023
LAS PUERTAS DEL MUNDO
Composición
Raquel García-Tomás
Texto
Bernat Castany Prado
Dirección musical
Elisenda Carrasco, Oriol Castanyer, Eva Martínez
Dirección escénica
Adrià Aubert, Marta Gil, Cristina Martí
Coordinación musical
Josep Prats
Intérpretes grabación: voces solistas: Alba Fernández y Germán de la Riva | piano: Joan Ramon Company | flauta: Ophélie Derieux | saxo alto: Tere Gómez | violín: Paula Sanz | viola: Gemma Pujol | violonchelo: Irma Bau | contrabajo: Mario Lisarde | percusión: Ferran Carceller
SINOPSIS
Sara es una niña ciega de siete años que vive con su padre en un pequeño apartamento situado en la primera planta de un gran bloque de pisos, a las afueras de una gran ciudad. El sueño de Sara es dar la vuelta al mundo, como su héroe, Phileas Fogg, el protagonista de La vuelta al mundo en 80 días, de Julio Verne, el libro que su padre, Daniel, le lee cada noche.
Un día, Sara le pide a su padre que organice un gran viaje. Él le dice que no es posible, pero ella le responde que hay muchas formas de viajar, y que seguro que va a acabar encontrando alguna manera. Las vacaciones de verano se acercan, y Daniel se siente muy triste por no poder llevarse a su hija de viaje. Pero una noche, hablando con la abuela de Sara, se les ocurre un plan para que la niña pueda dar la vuelta al mundo sin salir del edificio.
Daniel le dirá a Sara que se van de viaje. Harán los preparativos y saldrán de casa cargados de maletas. Pero lo que harán es tomar un tren de cercanías y, después de un breve recorrido, volver al mismo edificio donde viven y dirigirse al apartamento de una familia de origen indio, que les recibirá fingiendo que se encuentran en su país de origen. Allí, Sara jugará con los niños de la casa, que le contarán todo tipo de historias maravillosas de un lugar en el que nunca han estado, pero sobre el que les gusta fantasear. Y por la noche, la madre les contará, como siempre, un cuento ambientado en su cultura.
Este esquema se repetirá en varias ocasiones. Gracias a la colaboración de otros vecinos, Sara también visitará otros muchos países del mundo… y, en un último giro fantástico, soñará que llega a la luna, donde hablará con los selenitas, que, según una vieja tradición, guardan las cosas que se pierden en la Tierra.
Cada una de las familias que Sara conocerá tendrá que fingir que vive en su país de origen, lo que le obligará también a viajar imaginariamente. Cuando el viaje se acabe, y Sara vuelva a casa, se producirá un último diálogo con su padre, en el que no quedará claro si Sara se ha creído que ha viajado realmente a todos aquellos países, o sólo ha fingido que se lo creía.
UN MUNDO EXTRAÑO
No ocurre nada si tú no entiendes
el ser que vive en las cosas;
no huelan menos olor,
si no tienes el nombre, las rosas.
En Colombia hay un estanque
con las aguas de colores,
cuando sale el Arco Iris
se me ponen tristes las flores.
Hay zonas en el Amazonas
brillantes de hongos brillantes;
cuando oscurece, las tarántulas
pasean sobre diamantes.
No importa si tú no entiendes
el ser que vive en el mundo,
porque el sol te calienta igual,
si no tienes del todo el nombre.
Extrañas las circunstancias,
curiosos los motivos,
pero, bien mirado, si piensas en ello,
más insólito es estar vivo.
Es aún más raro
cuando piensas en el infinito
y que estamos sobre una roca
que gira en el vacío.
No importa si tú no entiendes
el porqué de todo ello,
es más fácil permanecer vivo
si no tienes la verdad.
VER EL MUNDO
Un hombre lee un libro a su hija:
DANIEL: “Llegados a ese punto, todo el mundo consideraba que el viaje de Phileas Fogg era un gran
engaño, y que el millonario nunca había abandonado Londres.”
SARA: Padre, ¿tú sabías que Julio Verne nunca salió de Francia?
DANIEL: No, no lo sabía.
SARA: Me pregunto cómo pudo escribir tantos libros de viajes sin salir nunca del suyo
país.
DANIEL: No sé, es posible que tuviera mucha imaginación…
SARA: Y tú, ¿también tienes mucha imaginación?
DANIEL: No, no mucho.
SARA: Pues te iría bien realizar un viaje…
DANIEL: ¡Otra vez, Sara!?… Ya sabes que no podemos permitirnos hacer un viaje. Además
más…
SARA: Pero ya pensarás algo, ¿no?
DANIEL: Sara…
SARA: ¿Me lo prometes, que te lo vas a pensar?
DANIEL: Te lo prometo… Pero ya es hora de ir a dormir…
SARA: Buenas noches, padre.
DANIEL: Buenas noches, Sara.
LA LLAMADA DE LAS COSAS
Un hombre lee un libro a su hija:
Habiendo tantas galaxias,
planetas, lunas y cielos,
yo no quiero vivir ligada
como veo que acontece en las estrellas.
Las montañas y los valles,
los puertos, ríos y caminos,
son las puertas del mundo,
y me dicen: “Sale de ahí dentro”.
Los pájaros vuelan por el aire,
y los peces nadan en el mar,
y yo, que soy una niña,
¿no tengo derecho a viajar?
Las galaxias en el cielo,
y los remolinos en el mar,
hacen una escalera muy alta
que tengo que subir y bajar.
Las liebres tienen el campo,
los sapotes tienen el lodo,
y yo, criatura humana,
¿no tengo derecho a verlo todo?
EL PROYECTO
DANIEL: Buenas noches, madre. Sí, Sara ya está en la cama…
Ella está bien, sí, pero dice que le gustaría dar la vuelta al mundo…
No, madre, no podemos hacer un viaje, no podemos permitirlo…
Además, ya sabes…
Sí, ya sé que hay otras formas de ver, ya me leí ese libro que me pasaste.
Pero, ¿no podría ser un poco más fácil?
¿Cómo? ¿Que acabas de tener una idea fantástica?
¿Que hay una manera de dar la vuelta al mundo sin salir de casa?
Pues sí que es una idea maravillosa, pero ya me dirás cómo…
Quieres que despierte a Sara muy pronto, por la mañana, que me la lleve, cargado de maletas, a la estación de tren, y después de varios transbordos, vuelva a este mismo edificio y vaya al quinto segunda, a casa de los Diop?…
¿Que tú hablarás con ellos para que lo organicen todo, y le hagan creer a Sara que está en África?
¿Y después quieres que viaje al piso de los Darzi, y después al de los Xuan, y después al de los Huayta?…
¿Y que damos la vuelta al mundo viajando de apartamento en apartamento?
Debo reconocer que es una idea fantástica…
¡¡Sí, para hacer una película!! Pero, madre, esto es imposible…
Además, yo no podría hacerle de guía.
No se nada del mundo, ni el mundo sabe nada de mí…
Ni tampoco tengo pozo imaginación.
¿Qué podría contarle?
DESDE LA VENTANA
Sara y su padre están en el tren. Sara mira, sin ver, por la ventana.
SARA: ¿Qué ves?
DANIEL: No sé, hija… Veo unas casas muy grandes, y mucha gente por la calle…
SARA: ¡Pero, padre! ¿No ves que no estás viendo nada? Así no vale la pena viajar. Piensa en Julio
Verne, él sí sabía describir el mundo. Venga, esfuérzate, que yo te ayudaré.
DANIEL: De acuerdo… Veo…
SARA: Voces…
DANIEL: Veo el mar.
SARA: De acuerdo. ¿Y cómo es el mar?
DANIEL: Es azul.
SARA: ¿Cómo de “azul”?
DANIEL: Como el cielo…
SARA: ¡No, papá! Escucha bien. Yo te enseñaré a mirar.
Sara se queda en silencio escuchando con atención. El corazón hace el sonido de las olas, de la sirena de un barco y de pájaros.
SARA: El mar es tan azul que las gaviotas temen que los barcos les caigan encima.
DANIEL: ¡Tienes razón, Sara! ¡El mar es exactamente así!
SARA: Dime, padre, ¿qué más ves?
DANIEL: Veo casas.
SARA: Y cómo son las casas.
DANIEL: Son "altas".
SARA: ¿Pero cómo de altas?
DANIEL: Son… ¡muy altas!
SARA: ¡Padre! ¡Parece que no veas nada! Escúchame bien, que te enseñaré a ver.
Sara se queda en silencio escuchando con atención. Se oye el canto de los pájaros, el viento y el motor de un avión. Entonces Sara dice:
Las casas son tan altas que el viento debe saltar sobre las alas de los aviones para poder pasar por encima.
DANIEL: ¡Tienes razón, Sara! Las casas son exactamente como tú dices.
SARA: ¡Ahora te toca a ti, papá!
EL MUNDO SEGÚN DANIEL
DANIEL: Veo a una niña que juega,
y su juego es como el mundo
reflejándose en una gota,
como la luna en una fuente.
SARA: Bien, ¡muy bien!
DANIEL: Veo el agua que se evapora,
veo la nube que se deshace,
y veo el río cómo se acerca…
…sin quejarse en el mar.
Veo una flor pisada,
veo una estrella impasible,
y entre ambas cosas…
…como una raíz invisible.
Veo que todo es extraño,
y al mismo tiempo gracioso,
y que si tan sólo te detienes…
…lo verás todo precioso.
Veo el invierno y veo el fuego,
y no les veo nada malo…
…porque, bien mirado, la muerte
es un nuevo comienzo.
Veo cómo cae la lluvia fina,
veo cómo la llama se levanta,
veo que así son las voces
de una enigmática pieza.
Veo a una niña que juega,
y su juego es como el mundo
reflejándose en una gota,
como la luna en una fuente.
Yo también querría ver
de estas otras formas,
porque soy de lo más ciego
y ahora quiero ver de verdad.
Un espejo es algo
bien distinta de un espejismo;
no da igual ir viviendo,
que ir de viaje.
SARA: Padre, ¿queda mucho por llegar a… a…?
PADRE: ¿En la India? No mucho, hija. Enseguida llegaremos a casa del Ravendra.
SARA (bostezando): ¿Qué ganas que tengo de llegar… ¿Te lo puedes creer, papá? La India!
DIÁLOGO PREVIO (INDIA / ORIGEN)
Sara y su padre se encuentran en el rellano de la escalera, frente a una puerta cerrada. Daniel llama. El Coro 1+2 representa a los adultos de la casa. El Coro 3+4, los niños.
CORAZÓN 1+2: ¿Quién hay?
DANIEL: Sara y Daniel.
CORO 3+4: ¡Ya han llegado, ya han llegado!
CORAZÓN 1+2: Calma, niños. Déjeme abrir la puerta.
CORO 1, 2, 3, 4: ¡Bienvenidos!
CORAZÓN 1+2: Pase, es su casa.
CORAZÓN 3+4: Ven, Sara. ¡Te lo enseñaremos todo!
SARA: ¡Padre! ¿Sabías que Ravendra tiene un tigre pequeño que parece un gato gordo!… Padre, ¿sabías que en la India hay más dioses que personas…?
CORO 1: Niños, es tarde.
CORO 3+4: ¡El cuento, el cuento!
CORO 1+2: Sara tiene que dormir…
CORO 3+4: El cuento, el cuento…
CORO 1+2: De acuerdo… El cuento…
EL ORIGEN DE LA HUMANIDAD
Al principio, los dioses
se levantaron y dijeron:
“Entre una piedra y un astro,
¡una casa y un pingüino!”
Aparece entonces el mar,
el sol y la margarita,
y los dioses lo llenan de animales
para darle un toque de vida.
Y a cada especie así dan
un natural específico:
el león le hicieron valiente,
y el perro pastor, pacífico.
Así que a todos dieron
un carácter pertinente
(el oso hormiguero también incluido,
aunque les salió poco coherente).
Crearon después el humano,
y no supieron qué hacer,
porque ya habían gastado
toda calidad de ser.
Finalmente decidieron,
con divina inteligencia,
conceder al ser humano
todos los destinos en ciernes.
Sólo él podrá escoger
quién estar con sus acciones,
mientras que los dioses y las bestias
ya en la cuna son lo que son.
Por eso todos debemos ser:
listos como el babuino,
intrépidos como el león
y amables como el pingüino.
(Y también un poco locos,
porque, por ser sincero,
todos escondemos en el fondo
una parte de oso hormiguero.)
SARA: ¡Me ha encantado! ¡Qué viaje que estamos haciendo!
DANIEL: Pues espera a ver a África…
SARA: ¡No puedo creerlo! ¡Espéranos, África, que ya lleguemos!
DIÁLOGO PREVIO (ÁFRICA / ODISEA)
Se escucha el sonido de un tren. Sara y su padre se encuentran de nuevo en el rellano de la escalera, frente a una puerta cerrada. Llaman al timbre. Daniel llama. El Coro 1+2 representa a los adultos de la casa. El Corazón 3+4, los niños.
CORAZÓN 1+2: ¿Quién hay?
DANIEL: Sara y Daniel.
CORO 3+4: ¡Ya han llegado, ya han llegado!
CORAZÓN 1+2: Por favor, niños. Déjeme abrir la puerta.
CORO 3+4: ¡Bienvenidos! ¿Cómo está?
CORAZÓN 1+2: Pase, es su casa.
CORAZÓN 3+4: Ven, Sara. ¡Te lo enseñaremos todo!
SARA: Padre, padre, ¿sabías que, cuando el padre de Mamadou sale de caza, tarda muchos meses en volver?… Padre, ¿sabías que su abuela vive a muchos leones de distancia, y que hace años que no la ven? …
CORO 1+2: Niños, es tarde.
CORO 3+4: ¡El cuento, el cuento!
CORO 1+2: Sara tiene que dormir…
CORO 3+4: El cuento, el cuento…
CORO 1+2: De acuerdo… El cuento…
EL GRAN VIAJE DE KEITA
El gran viaje de Keita,
el gran viaje de Keita,
el gran viaje de Keita,
el gran viaje de Keita.
Baje desde el cielo, Orishes,
y ayudéis a esta vieja,
para que hoy pueda cantar
el gran viaje de Keita.
Primero cruzó el desierto,
y los caminos de arena y piedra
lo arrojaron a la orilla
de un oasis de miseria.
Allí conoció a Djamila,
que le retuvo junto a ella,
y la quimera lo llevó
a olvidarse de quien era.
Hasta que en una noche muy clara
discurrió con nitidez;
brillaba en el cielo la luna
y él huía por la tierra.
Se esconde Keita en los bosques
que crecen en la frontera
(nueva muralla de Troya
es la barrera europea).
Baje desde el cielo, Orishes,
y ayudéis a esta vieja,
para que pueda cantar todavía
el gran viaje de Keita.
El gran viaje de Keita.
Pueda cantar el gran viaje de Keita.
Una noche oscura el cíclope,
que vigila las tinieblas
le persiguió con su ojo
danzando como una linterna.
Luchó después con dos monstruos,
de pie en una patera:
Escila era la muerte,
y Caribdis, la miseria.
Disfrazado como mendigo,
encontró a la madre una noche:
por las noches ella tejía
y de día era cajera.
Él ya ha hecho algunos amigos,
y la escuela es su casa,
pro sueña algunas noches
con lo que dejó atrás.
Lo que dejó atrás.
Vuelva, al cielo, Orishes,
subir, niños, en las literas,
que aquí termina la historia
del gran viaje de Keita.
El gran viaje de Keita.
Pueda cantar el viaje de Keita.
Se oye el ruido del tren. Luego suena el timbre de una puerta y risas de niños. Se vuelve a oír el ruido del tren. Suena otro timbre y más risas. Son los otros pisos que Sara y Daniel visitarán durante su viaje.
SARA: ¡Y ahora hacia China!
DANIEL: ¡Ya verás que amables son los Xuan!
(timbre)
SARA: ¡Y ahora hacia Perú!
DANIEL: ¡Qué ganas de ver a Machu Pichu!
(timbre)
SARA: ¿Sabes qué he estado pensando, papá?
DANIEL: ¿Qué, hija?
SARA: Que cuando das la vuelta al mundo, llega un momento en que te has alejado tanto que ya estás volviendo.
DANIEL: Sí es curioso.
SARA: Y que cuando más te acostumbras a los sitios diferentes, más se parecen entre todos ellos.
DANIEL: Estás hecha toda una filósofa.
SARA: Y que en vez de salir al mundo, hemos hecho entrar al mundo en nuestro país.
UN SOLO MUNDO
Se mira, se mira, se mira,
el cielo en el mar,
y en la arena las estrellas.
Se mira, se mira, se mira,
el agua en el fuego,
y la fuente en la hoguera.
Y en la arena las estrellas,
y en la arena las estrellas,
y en la arena las estrellas.
Y la fuente en la hoguera,
y la fuente en la hoguera,
y la fuente en la hoguera.
Así, al mismo tiempo, todos los sitios,
todos los tiempos se reflejan…
Reflejo-, reflejo- reflejan.
Así, al mismo tiempo, todos los sitios,
todos los tiempos se reflejan,
que los humanos son uno solo,
y una sola es la tierra.
Se mira, se mira, se mira,
el fuego en el viento,
y el viento se mira al césped,
Se mira, se mira, se mira,
el dios en el niño
que juega sobre la tierra.
Que juega sobre la…,
que juega sobre la…,
que juega sobre la tierra.
Así, al mismo tiempo, todos los sitios,
todos los tiempos se reflejan,
que los humanos son uno solo,
y una sola es la tierra.
Así que el único error,
que todo otro mal desata,
lo comete aquel que dice:
“Tú y yo somos distintos por naturaleza.”
Y si el mundo es uno solo
no tiene ningún sentido que los hombres
tracen una raya en el suelo
tracen una raya en el suelo
y digan: “Esta tierra es mía.”
Se mira, se mira, se mira,
el cielo en el mar,
y en la arena las estrellas.
Se mira, se mira, se mira,
el dios en el niño
que juega sobre la tierra.
LAS PUERTAS DEL MUNDO
Sara está en la cama. Daniel duerme a su lado. Todo está en penumbra. El suelo está lleno de maletas. Al día siguiente deben volver. Sara no consigue dormirse.
Habiendo tantas galaxias,
planetas, lunas y cielos,
yo no quiero vivir ligada
como veo que acontece en las estrellas.
Ya he conseguido tener
lo que tanto deseaba
pero una vez he visto el mundo,
quiero ver nuevos lugares.
Por eso quiero despegarme,
aprovechando que tengo sueño,
para proseguir mi viaje,
y aterrizar en otro mundo.
Dicen que la vida es sueño,
dicen que es gratis soñar,
soñamos que nos vamos
en la luna a pasear.
No puedo detenerme ahora,
es momento de proseguir,
los viajes no se terminan,
porque la meta es partir.
Dicen que la vida es sueño,
dicen que es gratis soñar,
soñamos que nos vamos
en la luna a pasear.
Sara se duerme.
LAS OCASIONES PERDIDAS
Tienes que saber que en la luna
no sólo hay polvo y piedras,
sino que aquí guardamos todo
lo que se perdió en la tierra.
He aquí paraguas,
mochilas y bicicletas.
He aquí una montaña
de lápices y de monedas.
Tienes que saber que está muy bien
que se pierdan algunas cosas
(si no, llegado el momento,
el conjunto estorbaría).
Pero ojalá lo que cuenta
nunca se pierda en modo alguno,
y ojalá os lo podamos
devolver una hora a la tierra:
las mascotas que teníamos,
los amigos de la niñez,
y los niños que fuimos entonces
y que nadie piensa en ello.
Vagan también por la luna
—tristes almas en pena—
las ocasiones perdidas,
que nadie supo ver:
palabras que no dijimos,
por orgullo o timidez;
amigos que no tuvimos
por un exceso de prudencia.
Coge, pues, el presente,
justo antes de que haya pasado,
que no hay peor nostalgia
que llorar lo que nunca ha sido.
Pero ojalá lo que cuenta
nunca se pierda en modo alguno,
y ojalá os lo podamos
devolver una hora a la tierra.
Pero ojalá lo que cuenta
nunca se pierda en modo alguno,
y ojalá os lo podamos
devolver una hora a la tierra.
EL REGRESO
Sara y Daniel ya han vuelto a su casa. Miran las postales que han recibido de algunas de las personas que han conocido en su viaje.
DANIEL: Mira, Sara, esta postal es de Mamadou. Dice que espera que hayamos tenido un buen estribillo, y que nos echa mucho de menos. También dice tener un primo que, casualmente, vive muy cerca de aquí, y que podemos ir a visitarlo.
SARA: ¿De verdad? Pues iremos a verle. ¡Estar con él será como estar en África!
DANIEL: Y ésta es del Ravendra. Dice que está a punto de iniciar, con su padre, una larga peregrinación por el mundo, y que es posible que pasen cerca de aquí. ¿Te gustaría que nos hiciera una visita?
SARA: ¡Me encantaría! Así yo también podré mostrarle todo esto.
DANIEL: Y hay muchas más. Ésta es de los Xuan, de China, y esta otra de los Huayta, del Perú, y ésta…
Sara interrumpe a su padre para decirle:
SARA: ¿Ves cómo sí que era posible?
DANIEL: Sí, Sara, pero tengo que decirte…
SARA: ¡Ay, calla! Ya sé todo lo que tienes que decirme…
DANIEL: ¿Ah, sí?
SARA: Sí, ahora me dirás que es hora de apagar la luz…
DANIEL: Bien… por una vez, hoy te dejo tenerlo encendido…
SARA: Muchas gracias por este viaje, papá. Ha sido maravilloso.
DANIEL: Muchas gracias a ti, Sara. Para mí también ha sido muy especial.
SARA: ¡Y, además, te he enseñado a mirar!
DANIEL: Buenas noches, Sara.
SARA: Buenas noches, padre.
EL VIAJE DE LA VIDA
Tienes que tener muchas ganas,
y muy buena compañía,
para poder dar la vuelta al mundo
en ochenta cercanías.
Está bien ver Chicago,
y pasear por Marrakech,
pero es mucho mejor llegar
a convertirse en uno mismo.
Tampoco hace falta que se vayas
en Mercurio o en el Pireo,
basta si sabes comprender
que el mundo está en todas partes.
Hay quien vive con miedo al futuro,
y quien de ayer tiene pesar,
ya ves que el mejor destino
es encontrarnos "aquí y ahora".
Si quieres llegar muy lejos
no lleves demasiado equipaje,
ni pienses mucho en el objetivo
ya que cada paso, ya que cada
paso, ya que cada paso, ya que cada paso,
puesto que cada paso es viaje.
Está bien ver Chicago,
y pasear por Marrakech,
pero es mucho mejor llegar
a convertirse en uno mismo.
Tienes que tener muchas ganas,
y muy buena compañía,
para poder dar la vuelta al mundo
en ochenta cercanías.
Hay quien vive con miedo al futuro,
y quien de ayer tiene pesar,
ya ves que el mejor destino
es encontrarnos "aquí y ahora".
Si quieres llegar muy lejos
no lleves demasiado equipaje,
ni pienses mucho en el objetivo
ya que cada paso, ya que cada
paso, puesto que cada paso, ya que cada paso…
Si quieres llegar muy lejos
no lleves demasiado equipaje,
ni pienses mucho en el objetivo
puesto que cada paso es viaje.
Si quieres llegar muy lejos,
si quieres llegar muy lejos,
el mejor destino es…
Si quieres llegar muy lejos,
si quieres llegar muy lejos,
el mejor destino
es encontrarnos "aquí y ahora".
CRÉDITOS
Intérpretes grabación:
Voces solistas: Alba Fernández y Germán de la Riva | Piano: Joan Ramon Company | Flauta: Ophélie Derieux | Saxo alto: Tere Gómez | Violín: Paula Sanz | Viola: Gemma Pujol | Violonchelo: Irma Bau | Contrabajo: Mario Lisarde | Percusión: Ferran Carceller
CORO SANT ESTEVE DE VILA-SECA: María Antón Lazuna, Carla Castellar Pelayo, Naomí Coldea Hada, Adriana Mirado Guerrero, Ane Papió Jiménez, Aina Rofes Giráldez, Mónica Ros Estera, Candela Sánchez Ochoa, Paula Arrechea Grau, Mireia Gené Rico, Roger Gómez Rojals, Ana Jiménez Veres, Mía Morlesin Rodríguez, Julieta Rofes Giráldez, Abril Virgili Reig, Estela Zurita Garcia, Naia Estellé Guarrotxena, Teresa Fernández Saiz, Chantal García Martínez, Irati Papió Jiménez, Irene Sahuquillo Prades, Marta Saladié de la Paz, Fran Serrano Ruiz, Angelina Casimiro Margalef, Ariadna Corral Viudez, Roser Guzmán Marchiaro, Alicia Lin Jin, Alba Martí Martín, Laia Montserrat Peña, Vera Salvadó Montalbán.
Directora: Charo García Pulido
Grabación: L'Auditori – junio/julio 2022
Dirección musical grabación: Oriol Castanyer
Dirección escénica grabación: Adrià Aubert
Mezclas y edición digital: Can Ferran – julio 2022
Grabación y edición digital: Ferran Conangla y Enric Giné
Mezclas y masterización: Ferran Conangla
Jefa del Servicio Educativo: Marta del Olmo
Coordinación artística: Marta del Olmo
Esta cantata será cantada por 50.000 niños y niñas de 4.º, 5.º y 6.º de Educación Primaria durante los meses de abril, mayo y junio de 2023.