U
Un clarividente Jordi Savall ha dicho de Bernat Vivancos: «Su extraordinario talento y su profunda espiritualidad se ponen al servicio de un proceso de invención de un nuevo lenguaje que, pese a su complejidad y modernidad, es capaz de transmitirnos belleza y emoción en estado puro.»
En “U”, encargada en 2021 por la OBC y grabada en formato 3D en 2022 bajo la dirección del Maestro Ludovic Morlot, la gran orquesta se ve reconstituida en tres grupos distintos, afinados a una distancia de 1/8 de tono entre ellos. Así pues, como en un mar de ricos y vibrantes colores, unas oleadas de texturas ricamente microtonales chocan entre sí. En esta pieza, Vivancos representa un anhelo, la voluntad de conseguir acercarnos, de hacer nuestra, esa luz en el abismo de la penumbra, esa pizca de esperanza que solo intuimos, oasis en el desierto, y que vislumbramos en medio de mil y una dificultades. La melodía delicada, finísima, que reluce pura, como una grieta en un muro de amplio sonido. Una “u” también como símbolo de esta utopía sonora que es a la vez una metáfora de la eterna utopía humana: la búsqueda del “tú”, sea cual sea ese otro.
LA-OBC-006 | fecha de publicación: 8/12/2023
U
2021
Para comprender la música de Bernat Vivancos (Barcelona, 1973), hay que tener muy presentes dos experiencias vitales en su formación que son dos claves de bóveda esenciales de su estética y de su imaginario sonoro: por un lado, su paso por la Escolanía de Montserrat y el hecho de hacer de la voz cantada –de las voces cantadas en grupo, en un coro de aromas espirituales y austera modalidad– su materia prima; por otro, el tiempo que pasó en Oslo como discípulo de Lasse Thoresen y la profundización en el sonido, en el timbre, en las sutiles resonancias y los colores múltiples del espectro armónico. A partir de ahí, su obra se ha ido construyendo unas veces haciendo más hincapié hacia un lado (como en Nigra sum, para coro, u Offertorium, para cuarteto de clarinetes) o más hacia otro (como en su Requiem, heterodoxo y ecléctico, o en Blau, para orquesta) y de vez en cuando tomando también el camino de en medio (y que, contrariamente a lo que podría parecer, acaba siendo, paradójicamente, el camino más experimental), como en la obra que nos ocupa: U.
En un perfecto resumen de todo ello, un clarividente Jordi Savall ha dicho de Bernat Vivancos: “Su extraordinario talento y su profunda espiritualidad se ponen al servicio de un proceso de invención de un nuevo lenguaje que, pese a su complejidad y modernidad, es capaz de transmitirnos belleza y emoción en estado puro. Quizás este es el gran misterio de la creación de toda obra de arte verdadera, la que es capaz de alcanzar un equilibrio perfecto entre técnica y emoción, entre belleza y espiritualidad, creando así un tejido de sonidos nuevos que, al convertirse en cercanos, nunca dejarán de emocionarnos”.
Bernat Vivancos es un compositor que no se limita solo a poner notas sobre un pentagrama. Su reino es todo el espacio donde la obra vivirá, el espacio físico y el espacio acústico, ya sea convirtiéndose en arquitecto o en paisajista, situando aquí y allá a los intérpretes, ya sea construyendo desde dentro de la propia música, desde dentro del propio sonido, en el seno del propio pensamiento musical, de la imaginación sonora en sí. Claustro interior y sónico.
En U, escrita en 2021 y que hay que pronunciar como el you (tú) inglés, la gran orquesta se ve reconstituida en tres espacios por medio de la afinación: un primer conjunto de músicos afina sus instrumentos con el diapasón a 442 kHz (que, por así decir, es junto con el famoso 440 la afinación más habitual), un segundo grupo afina un octavo de tono por debajo de los primeros (a 432 kHz) y un tercero lo hace un octavo de tono por encima (a 448 kHz). Así pues, como en un mar de ricos y vibrantes colores, unas oleadas de texturas ricamente microtonales chocan entre sí (a veces de manera agresiva, pero solo a veces) dejando sobresalir, suavemente, como en sordina, los motivos melódicos que el compositor reserva para los instrumentos afinados al modo estándar (el la a 442 kHz) y que se afanan por hacerse escuchar entre el magma chispeante de las otras dos afinaciones.
Hay en esta obra –en todo momento calmada y pausada, pero con una fuerza y tensión intensas y latentes– una nítida y firme voluntad de representar un anhelo, la voluntad de conseguir acercarnos, de hacer nuestra, esa luz en el abismo de la penumbra, esa pizca de esperanza que solo intuimos, oasis en el desierto, y que vislumbramos en medio de mil y una dificultades y espesores. La melodía delicada, finísima, que reluce pura, como una grieta, en un muro de amplio sonido. Una “u” también como símbolo de esta utopía sonora que es a la vez una metáfora de la eterna utopía humana: la búsqueda del “tú”, sea cual sea ese otro, como en el verso de la poeta Blanca Llum Vidal, «este amor que no es uno», sino multiplicidad y alteridad. O, como dice otro poeta, Josep Pedrals, al final de Els límits del Quim Porta: « No somos nada / estoy seguro. / No somos nada, / pero estás Tú ».
Joan Magrané
BERNAT VIVANCOS
La personalidad musical de Bernat Vivancos (Barcelona, 1973) está impregnada de las impresiones recibidas durante sus años de formación en la Escolanía del Monasterio de Montserrat. Hijo de una familia profundamente musical, una vez completados los estudios de piano con Maria Canals y de composición con David Padrós en Barcelona, se traslada durante cinco años a París para estudiar composición en el Conservatorio Nacional Superior de Música y Danza de la misma ciudad con los profesores Guy Reibel, Frédéric Durieux, Marc-André Dalvabie y Alain Louvier. El año 2000 se convierte en un momento decisivo en su carrera: descubre la música del compositor noruego Lasse Thoresen, y decide trasladarse a Oslo para ampliar sus estudios con él, lo que marcará sus orientaciones musicales y su futuro trabajo. A partir de entonces, el estilo de Vivancos incorpora elementos que hacen de su producción una propuesta única: una música de una rica coloración sonora y textural, donde convergen la música modal de tradición occidental y la búsqueda de una espiritualidad basada en una armonía de inspiración espectral. Estos dos aspectos fundamentales representan la fuerte influencia de la naturaleza en la obra de Vivancos: naturaleza como raíz, como tierra, símbolo de la tradición, pero también como presencia que se manifiesta invariablemente en las propiedades físicas del sonido.
Entre 2007 y 2014 fue director musical de la Escolanía de Montserrat, cargo que compatibilizó con su actividad docente. Desde 2003 es profesor de Composición y Orquestación en la Escuela Superior de Música de Cataluña-ESMUC. En 2011 publica una selección de música coral en el doble disco “Blanc” (Neu Records), grabado por el Latvian Radio Choir bajo la dirección de Sigvards Klava, y doblemente premiado por la crítica catalana como el mejor disco del año 2011. En 2016 publica, con el mismo coro y el mismo sello, el doble CD “Requiem”, elogiado por la crítica de manera unánime. Es aquí donde la música de Vivancos, de sonoridades límpidas y armonías extáticas, de arquitecturas ascendentes y destellos de luminosidad nórdica, busca hermanar fe, sensualidad y belleza.
Durante la temporada 2014-2015 fue compositor residente en el Palau de la Música Catalana, y en 2021-2022 fue compositor invitado en L’Auditori de Barcelona. Vivancos tiene un amplio repertorio de música vocal e instrumental, con una atención particular a la producción orquestal, y recibe encargos de numerosas formaciones internacionales. Su música ha interesado a artistas pop como Rosalía y Jennifer López, con quienes ha colaborado en diversos proyectos.
ORQUESTA SINFÓNICA DE BARCELONA Y NACIONAL DE CATALUÑA
Ludovic morlot
PRIMEROS VIOLINES: Jaha Lee – concertino asociada, Joan Espina – asistente de concertino invitado, Sarah Bels, Walter Ebenberger, Ana Galán, María Pilar Pérez, Ana Kovacevic, Neus Navarrete, Laura Pastor, Francesc Puche, Aria Trigas, Yulia Tsuranova | SEGUNDOS VIOLINES: Emil Bolozan – asistente, Maria José Balaguer, Jana Brauninger, Mireia Llorens, Melita Murgea, Paula Banciu, Mar Miñana, Ariana Oroño, Oleksandr Sora | VIOLAS: Benjamin Beck – solista, Christine de Lacoste, David Derrico, Sophie Lasnet, Adrià Trulls, Celia Libertad Eliaz, Javier López, Johan Rondón VIOLONCHELOS: Charles-Antoine Archambault – solista, José Mor – solista, Lourdes Duñó, Jean-Baptiste Texier, Irene Cervera, Yoobin Chung | CONTRABAJOS: Christoph Rahn – solista, Dmitry Smyshlyaev – asistente, Albert Prat, Salvador Morera | FLAUTES: Sara Ureña – solista invitada, Ricardo Borrull | OBOES: Raquel Pérez-Juana – solista invitada, José Juan Pardo | CLARINETS: Larry Passin – solista, Lluís Casanova | FAGOTS: Thomas Greaves, Slawomir Krysmalski – contrafagot | TROMPAS: Juan Conrado García – asistente, Pablo Marzal | TROMPETAS: Adrián Moscardo – solista, Miguel Herráez | TROMBONES: Eusebio Sáez – solista, Carlos Fluixà, Miquel Sàez – trombón bajo | ENCARGADO DE ORQUESTRA: Walter Ebenberger | RESPONSABLE DE DOCUMENTACIÓN MUSICAL: Begoña Pérez | RESPONSABLE TÉCNICO: Ignasi Valero | PERSONAL DE ESCENA: Luis Hernández | DIRECTOR TÉCNICO: Joan Cortés
FOTOGRAFÍAS May Zircus | ASISTENCIA TÉCNICA DE SONIDO Toni Vila | GRABACIÓN Y PRODUCCIÓN MUSICAL Nacho de Paz, Hugo Romano Guimaraes | DISEÑO GRÁFICO Lorena Alonso Noblom | DIRECCIÓN EDITORIAL Santi Barguñó
Álbum grabado los días 26, 27 y 28 de julio de 2022 en la Sala 1 Pau Casals, L’Auditori de Barcelona.
Con el apoyo de
