Nicolas Brooymans se aseguró un lugar indiscutible en la escena musical: la belleza y soltura del instrumento vocal de graves a agudos, la intensidad del canto y una presencia escénica indiscutible le supusieron compromisos cada vez más numerosos en escenarios prestigiosos.
La pasión por el canto de Nicolas Brooymans empezó en su infancia: a los 12 años ingresó en el Coro de Niños de la Ópera de París bajo la dirección de Francis Bardot. Más tarde, ingresó en los Coros del Ejército Francés, en el 2012.
También canta en varios conjuntos vocales como el Aedes Ensemble y el Ensemble Correspondances.
Su creciente fama se refleja en múltiples colaboraciones: con Pygmalion (Raphaël Pichon), con el que aborda el repertorio de los siglos xvii y xviii; la reconstrucción de los funerales de Luis XIV; las Vísperas en la Capilla Real de Versalles, y la producción de Ercole Amante de Cavalli en Francia en noviembre del 2019, entre muchas otras.
Con el Collegium 1704 (Vaclav Luks), en agosto del 2018, interpretó el papel de Boreas en Les Boréades, que repondrá en Viena, Moscú y Versalles en enero del 2020.
Interpretó a Plutone en el Orfeo de Monteverdi en el Theatre du Capitole de Toulouse y en Ginebra con el Ensemble I Gemelli (Emiliano Gonzalez-Toro), y participó en la grabación realizada para Naïve.
Nicolas es contratado regularmente como solista para interpretar las grandes obras del repertorio sacro, como el Réquiem y la Misa en do menor de Mozart, las Pasiones de Bach, el Mesías de Händel y las Siete últimas palabras de Cristo, pero también del repertorio más lírico, como Las noches de verano de Berlioz. En el repertorio operístico, en los papeles de Sarastro en La flauta mágica o el Comendador en Don Giovanni de Mozart, muestra su voz impecable, natural y noble.
La temporada actual contiene proyectos apasionantes como La flauta mágica en la Ópera Real de Versalles; La Cenerentola de Rossini en distintos teatros de ópera de Francia; Carmen de Bizet en la Ópera de Toulon, o La coronación de Popea en Francia, entre otros.
