Mamemi… Mozart!

PROYECTO EDUCATIVO

Mamemi… Mozart! invita a los niños a conocer la persona de Mozart, sus obras y el mundo en que el vivió.

Para Mozart hacer música se convertía en un juego, su creación se producía a menudo en momentos de diversión, y así os presentamos sus obras en este álbum: hemos jugado con ellas, las hemos acercado a estilos musicales cercanos a nuestra época, y nos han aportado disfrute durante su creación y en la escena.

Os ofrecemos que los niños tengan las ganas de ser pequeños “Mozarts”, que puedan crear y experimentar sonidos y ritmos, cantando, tocando instrumentos y, en definitiva, ¡disfrutando siempre de la música!

Dirección musical y arreglos
Eduard Iniesta

Dirección de escena
Pablo Paz

Dirección pedagógica
Núria Gibert

1. Gallimathias musicum, n.º 5, KV. 32, «Pastorelle»

Instrumentos: fiscorno, acordeón, violín, mandola, voz, clarinete bajo y cascabeles

Esta obra fue escrita por Mozart cuando tenía 10 años y, si escucháis bien, en nuestro arreglo oiréis el sonido de unos cascabeles que, con su ritmo, nos recuerdan los largos viajes que hizo el compositor desde muy pequeño, dentro de carruajes tirados por caballos. Los caballos a menudo llevaban a lo largo del cuerpo unas cuerdas con cascabeles, y la música que escuchamos nos invita a realizar un pequeño recorrido, como si fuéramos los pasajeros del carruaje. ¿Estáis preparados? ¡Pues empezamos!

Iniciamos el trayecto caminando al oír el sonido de los cascabeles, y no paramos hasta que los dejamos de oír, porque, cuando los cascabeles de los caballos dejan de sonar, significa que debemos parar para descansar, y cuando los volvemos a oír, reiniciamos la marcha hasta escuchar el retardandode la melodía, que nos recuerda que llegamos al final del viaje. Esto nos indica que debemos ir caminando más despacio, hasta detenernos del todo.

Si tenéis cascabeles, podéis acompañar el trayecto haciéndolos sonar. Pero… ¡cuidado! ¡Cuando hagamos el descanso no se pueden oír los cascabeles!

2. Le nozze di Figaro, KV. 492, «Non più andrai, farfallone amoroso»

Instrumentos: voz, violín, acordeón, clarinete bajo y tzouras

Las obras de Mozart a menudo se representaban dentro de grandes palacios. Mira la ilustración e imagina que eres una de esas mujeres. ¿Cómo podían andar con estas faldas? Ahora, si ya te sientes como una de las cantantes, prepárate para caminar siguiendo la melodía que canta la soprano y la música que la acompaña, con la elegancia y los movimientos pomposos propios de esa época.

1. Gallimathias Musicum, n. 5, KV. 32, “Pastorelle”

2. Le Nozze di Figaro, KV. 492, “Non più andrai, farfallone amoroso”

3. Die Zufriedenheit, KV. 349

Instrumentos: mandolina, acordeón, voz, fiscorno, violín y clarinete bajo

Aquí os presentamos seis de los instrumentos que nos acompañarán en la mayoría de las obras. En primer lugar, escucharemos la mandolina, y a continuación el acordeón; después, la voz de la cantante que hace el tema, y a partir de ahí… ¡cuidado! Estad atentos, porque van apareciendo los otros instrumentos al final de cada intervención de la cantante, en este orden:fiscorno, violín y clarinete bajo. Os invitamos a levantar la mano cada vez que escuchéis la entrada de un instrumento diferente.

4. Concierto para n.º 21, KV. 467, «Andante»

Instrumentos: voz, violín, clarinete bajo, fiscorno, acordeón y archilaúd

El arreglo que hemos hecho de esta obra, en estilo “blues”, nos traslada a un ambiente lejos de la época de Mozart, pero seguro que muy cercano a su mente juguetona, y nos invita a bailar y a movernos. Os animamos a hacerlo con todo el cuerpo, para experimentar la delicadeza de los cambios melódicos de los instrumentos de viento y su diálogo con la voz y el violín. Antes de escuchar la pieza, para situaros en el ambiente adecuado, mirad la ilustración. ¡Ahora sí estáis preparados!

¡Ah! Pero, antes de empezar, ¿alguien de vosotros ha visto a Mozart en la ilustración?

5. Sonata para piano n.º 11, KV. 331, «Alla turca» (fragmento)

Instrumentos: voz, clarinete bajo, fiscorno, acordeón, archilaúd y derbake

Con esta sonata, Mozart nos acerca a las costumbres, sonidos y ritmos del mundo turco. A la sociedad vienesa de aquella época le gustaba el estilo turco, y nosotros, con ese arreglo, nos hemos acercado aún más a esa influencia. El ritmo del derbake (instrumento de percusión oriental) nos acompaña en un viaje por tierras turcas, mientras que el acordeón nos evoca los movimientos característicos de una bailarina oriental. Coged unos sonajeros o una pandereta y seguid el movimiento como si fuerais una de estas bailarinas.

6. Die Zauberflöte, KV. 620, «Dies Bildnis ist bezaubernd schön»

Instrumentos: sierra musical y clarinete bajo

Aquí tenemos un nuevo instrumento nada común: la sierra musical. Su timbre recuerda el silbido del viento o una misteriosa voz de mujer. El clarinete bajo hace la introducción del tema y, a continuación, la sierra musical interpreta su melodía por encima de las notas graves del clarinete bajo. La diferencia puede consistir en un juego de movimientos: con el clarinete bajo podemos hacer un movimiento pesado, pero discreto y suave, y con la sierra musical podemos hacer volar un pañuelo o los brazos como si fueran plumas que se mueven impulsadas por el aire.

7. Die Zauberflöte, KV. 620, «Wie stark ist nicht dein Zauberton»

Instrumentos: voz, sierra musical, fiscorno y guitarra

Aquí los instrumentos protagonistas son la voz y la sierra musical. Juntos transmiten la sensación de escuchar una canción de cuna. El texto original nos habla del bello sonido de la flauta; en este caso es el sonido de la sierra musical. Os invitamos a acunar a los más pequeños, y a que levanten los brazos cada vez que oigan la sierra musical.

8. Variaciones sobre el tema Ah, vous dirai-je, maman, KV. 265 (canción popular El gall Quiquiriquí)

Instrumentos: voz, violín, guitarra acústica, clarinete bajo, fiscorno y sierra musical

Esta melodía tan conocida por nosotros (Campanita, ¿dónde estás? en castellano) esuna canción popular infantil en muchos países de Europa y, por tanto, se canta en muchos idiomas. Mozart seguramente la oyó y la cantó de pequeño, y se inspiró en ella para hacer una obra con variaciones para piano.

En esta versión escuchamos el ambiente de una granja, la voz que canta la canción y los instrumentos que, acompañándola, hacen improvisaciones sobre la melodía y crean el ambiente propicio para un despertar agradable. Y, por si os animáis a cantarla, aquí tenéis la letra. Podéis cantarla mientras con la mano simuláis la cresta del gallo. También podéis simular que dormís y que con el canto del gallo os despertáis para quitaros la pereza de encima:

«Cada dia al dematí canta el gall Quiquiriquí,
i la gent mig adormida es desperta de seguida.
Cada dia al dematí canta el gall Quiquiriquí.»

(Cada día por la mañana canta el gallo Quiquiriquí, y la gente medio dormida se despierta enseguida)

9. Eine kleine Nachtmusik, KV. 525, «Rondeau. Allegro»

Instrumentos: pitos, fiscorno, violín, acordeón, clarinete bajo y mandola

Escuchamosun fragmento de esta obra a ritmo de «swing». Al principio, los músicos hacen pitos, y os animamos a acompañarlos siguiendo el ritmo mientras el violín toca la melodía. Al finalizar el tema, los músicos nos sorprenden con improvisaciones sobre distintos sonidos. ¿Acaso os recuerdan los sonidos de una selva?

Pero hay un instrumento que no sigue este juego y se mantiene impasible, haciendo siempre el mismo ritmo y los mismos sonidos (ostinatomusical). ¿Sabéis de qué instrumento se trata? Observad la ilustración, a ver si descubrís este instrumento. ¿Y a Mozart? ¿Lo encontráis?

10. Minueto en fa Mayor, KV. 2a

Instrumentos: violín, acordeón y baglamá 

Como indica el título, ahora escuchamos un minueto, una forma musical en compás 3/4 que se bailaba en los grandes salones en la época de Mozart. Aquí, el sonido de los tres instrumentos nos recuerda los movimientos mecánicos de los robots y los muñecos autómatas, de modo que os invitamos a convertiros en uno de ellos y a hacer sus movimientos característicos siguiendo la música.

11. Concierto para piano n.º 17, KV. 453, «Allegretto»

Instrumentos: fiscorno, violín, acordeón, clarinete bajo y guitarra

Aquí, el fragmento del movimiento allegretto del concierto para piano se ha convertido en un juego entre dos instrumentos, el violín y el acordeón, acompañados por el clarinete bajo y la guitarra. El violín presenta el primer tema (A) y lo repite dos veces; después, el acordeón toma el protagonismo y presenta un segundo tema (B) más relajante, que comparte con el violín. Fijaos bien: el tema B también lo escuchamos dos veces. A continuación, parece que el violín quiere empezar de nuevo el primer tema, pero no es así, sino que nos lleva al final de la obra.

Os proponemos que, con el tema A, caminéis por el espacio; con el B, que os quedéis quietos moviendo los brazos y, en la parte final, volved a caminar acompañando los acordes con el cuerpo, hasta terminar completamente parados.

12. Die Zauberflöte, KV. 620, «Schnelle Füsse, rascher Mut» (canción La campana)

Instrumentos: voz, violín, clarinete bajo, glockenspiel y tzouras

En La flauta mágica, Mozart nos da a conocer el glockenspiel. Uno de sus personajes, Papageno, lo toca en un momento de peligro, consiguiendo que sus enemigos, Monostatos y los esclavos, se pongan a cantar y a bailar, y como por arte de magia, Papageno y Pamina se deshagan de ellos. El texto original nos habla del sonido de este instrumento, y nosotros hemos traducido la letra para que la podáis cantar:

«La campana ja sona,
la campana, ding, ding.
La ra la, la la…
El seu ding tan alegre,
el seu ding tan suau.
La ra la, la la…
Com m’agrada sentir-la,
no hi ha res millor.
La ra la, la la…»

(Ya suena la campana, la campana, ding ding. La ra la, la la …
Su alegre tintineo, su tintineo tan suave. La ra la, la la …
Cómo me gusta oírla, no hay nada mejor. La ra la, la la…)

13. Eine kleine Nachtmusik, KV. 525, «Romance. Andante»

Instrumentos: trompeta (con sordina), acordeón, violín, tzouras y clarinete bajo

Aquíescucharemos un fragmento de la Pequeña serenata nocturna. Este movimiento constituye una de las expresiones más relajantes de la obra. En nuestro arreglo escuchamos la melodía interpretada primeramente por el tzouras y después por la trompeta con sordina. Ambos instrumentos nos invitan a relajarnos, así que cerrad los ojos y dejaos acunar por la melodía.

14. Eine kleine Nachtmusik, KV. 525, «Allegro» (La canción de los Mamemi!)

Instrumentos: fiscorno, violín, acordeón, clarinete bajo, voz y guitarra

¡Aquí tenemos nuestra canción! Eduard, nuestro arreglista musical, con el allegro de la Pequeña serenata nocturna de Mozart ha escrito la letra de La canción de los Mamemi.

Nos gusta mucho cantarla, y aquí tenéis la letra para que nos podáis acompañar:

«Ja és aquí la cançó dels Mamemi!

«Ja és aquí la cançó dels Mamemi!
La que més m’agrada cantar a mi.
Ma, ma, ma, mi, ma, ma, me, mi.
Ma, mi, ma, ma, me, mi.
Ma, mi, ma, ma, ma, ma, me, ma, me, mi.
És difícil dir d’un seguit,
sense errors, la cançó dels Mamemi.
És molt divertit, és un joc.
Qui no el sàpiga que aixequi el dit.
Ja és aquí la cançó dels Mamemi!
La que més m’agrada cantar a mi.
Ma, ma, ma, mi, ma, ma, me, mi.
Ma, mi, ma, ma, me, mi.
Ma, mi, ma, ma, ma, ma, me, ma, me, mi.
Ma, me, mi.
Ma, me, mi.
Ma, me, mi»

(¡Ya está aquí la canción de los Mamemi!
La que más me gusta cantar a mí.
Ma, ma, ma, …
Es difícil decir todo seguido,
sin errores, la canción de los Mamemi.
Es muy divertido, es un juego.
Quien no lo sepa, que levante el dedo.
Ya está aquí la canción de los Mamemi!
La que más me gusta cantar a mí.
Ma, ma, ma, …)

15. Sonata para violín en mi menor, KV. 304, «Minueto»

Instrumentos: glockenspiel, violín, guitarra y clarinete bajo

La forma musical del minueto tiene su origen en una danza francesa con métrica ternaria que se bailaba en pareja y que se caracteriza por unos movimientos lentos y galantes. Aquí, la intervención del glockenspiel le endulza el carácter. Este instrumento es el primero que interpreta la melodía, acompañado de la guitarra; después, entra el clarinete bajo aportando los graves, y a continuación se incorpora el violín, que recoge la melodía.

Os animamos a bailar este minueto en parejas, cogidos de la mano, y a ir caminando poniendo un pie en punta en cada paso. Contagiados por la elegancia y la lentitud de la música, dejaos transportar hasta los bailes de los grandes palacios de la época que vivió Mozart.

En la ilustración aparecen dibujados todos los instrumentos que intervienen. ¿Sabéis identificarlos?

16. Divertimento n.º 4, KV. 439b, «Allegretto»

Instrumentos: violín, fiscorno, acordeón, guitarra acústica, clarinete bajo y juguete musical

El divertimento es una forma musical de estilo desenfadado y alegre, y en esta versión se ha convertido en una fiesta llena de movimiento y alegría. En él encontramos diferentes momentos: en el primero, los instrumentos se acompañan de palmadas, y os invitamos a hacer lo mismo. El momento siguiente, cuando el violín toca una melodía más relajada y melancólica, lo podemos acompañar dando una vuelta de 360 grados sobre nosotros mismos con un movimiento lento. A continuación, oímos los instrumentos acompañados de un sonido como de picar madera, ¿verdad? ¡Es el juguete musical! Os animamos a acompañar este sonido con dos palos de madera o dos utensilios de cocina de madera. ¡Cuidado! ¡Hay que parar cuando lo haga el instrumento!

A partir de ahí, se repiten los movimientos. Venga, ¡a disfrutar del divertimento!

17. Allegro en do Mayor, KV. 9a

Instrumentos: fiscorno, acordeón, guitarra, clarinete bajo y derbake

Aquí se juega con los acentos rítmicos. La melodía la interpreta el fiscorno, y el resto de los instrumentos tocan cambiando el acento rítmico. Esta combinación, así como el ritmo marcado por el derbake, nos transmiten una sensación de inquietud y de desasosiego, pero al mismo tiempo algo cómica. Es como si cada instrumento, cualesquiera que sean sus características tímbricas (sonido ligero, sonido pesado…), tuviera prisa por llegar al final de la obra. ¿Podéis seguir el movimiento de uno de ellos? ¡Elegid uno y a ver si lo mantenéis todo el rato!

18. Allegro en si bemoll Mayor, KV. 3

Instrumentos: fiscorno, acordeón, violín y clarinete bajo

Esta obra, como indica su movimiento (allegro), es alegre y nos invita a jugar. Parece que el fiscornoy el violín jueguen entre ellos, y el acordeón y el clarinete bajo hacen el acompañamiento de sus melodías.

Escuchad con mucha atención al clarinete bajo, con un timbre más grave, que hace un ostinato rítmico de negras. ¿Lo podéis acompañar dando con las manos encima de la mesa? Si las alternáis, primero una y luego la otra… ¡parece que las manos caminen! Y si queréis, ¡también podéis intentar seguir el ostinato caminando!

19. Don Giovanni, KV. 527, «La ci darem la mano»

Instrumentos: acordeón, voz y coro, violín, guitarra y clarinete bajo

Esta canción es un dúo de la ópera Don Giovanni. La melodía es dulce y seductora, como su protagonista. El título, traducido, dice: «Allí nos daremos la mano». Así que os invitamos a cogeros de la mano, seguir la melodía mientras os balanceáis hacia un lado y otro, y cantar acompañando la voz cuando hace: «La la ra ra ra ra ra».

20. Komm, lieber Zither, komm, KV. 351

Instrumentos: voz, fiscorno, acordeón, mandola, clarinete bajo y percusión vocal

Esta obra de Mozart es una canción (lied), en su versión original en alemán, y en este arreglo, pero aquí, en lugar de acompañarla un instrumento de teclado, como era habitual en la época, escucharemos que la acompañan otros instrumentos. La introducción la realiza la mandola (instrumento de cuerda), y con la voz se incorpora una percusión poco habitual. ¿Sabéis de qué se trata? Son ritmos vocales. Os proponemos que juguéis con la voz a hacer diferentes ritmos vocales y que acabéis acompañando los que hacen los músicos de nuestro concierto.

21. Concertone para dos violines y orquesta, KV. 190, «Andante grazioso»

Instrumentos: coro, voz, fiscorno, guitarra acústica, acordeón, guitarra, clarinete bajo y bendir de cuerda frotada

Esta obra representa la despedida de nuestro concierto, con una melodía dulce, tranquila y algo nostálgica. Queremos que os fijéis en las voces, que hacen la melodía sin cantar una letra con significado. ¡Hacen resonancias y vocalizaciones! Cantan diciendo «Ah…» y «Mmm…». Os animamos a cantar canciones populares que conocéis, como Plou i fa sol o El Gegant del Pi, sustituyendo la letra por «Ah…» y « Mmm …». ¿Y por qué no hacer otras vocalizaciones? ¡Adelante, pequeños Mozarts!