GEORG FRIEDRICH HÄNDEL
Halle, Alemania 1685 – Londres 1759
AMADIGI DI GAULA, HWV 11
PRIMERA PART 85
Ouverture
Acto primero
ESCENA I
Recitativo Or che di negro ammanto (Amadigi, Dardano)
Aria Pugnerò cantra del fato (Dardano)
ESCENA II
Accompagnato Oh notte! ah cara notte (Amadigi)
Aria Notte amica dei riposi (Amadigi)
Recitativo Chimpedito è ogni passo (Amadigi)
ESCENA III
Recitativo E tu cerchi fuggir? (Melissa, Amadigi)
Aria Non sa temere questo mio petto (Amadigi)
ESCENA IV
Recitativo Il crudel mabbandona (Melissa)
Aria Ah spietato! e non ti muove (Melissa)
ESCENA V
Recitativo Risveglian queste fiamme (Amadigi, Dardano)
Aria Vado, corro al mio tesoro (Amadigi)
ESCENA VI
Recitativo Deh! ferma, oh Dio! (Dardano)
Aria Agitate il cor mi sento (Dardano)
Sinfonia
ESCENA VII
Recitativo Cieli, che fia? (Oriana, Amadigi)
Aria (Siciliana) Gioie, venite in sen (Oriana)
Recitativo Andiamo ora, mio ben (Oriana, Amadigi)
Aria Oh caro mio tesor (Oriana)
ESCENA VIII
Recitativo Cieli! Numi! che miro? (Amadigi, Dardano, Melissa)
Aria lo godo, scherzo, e rido (Melissa)
ESCENA IX
Recitativo Ferma, deh! ferma, oh Dio! (Amadigi)
Aria Minacciami, non ho timor (Amadigi)
Acto segundo
ESCENA I
Recitativo lo ramingo men vado (Amadigi)
Aria Sussurrate, onde vezzose (Amadigi)
Recitativo Numi! che veggio? (Amadigi)
ESCENA II
Recitativo Svenne Amadigi (Melissa)
ESCENA III
Recitativo Cieli! che sarà mai? (Oriana)
Aria Sestinto è lidol mio (Oriana)
Recitativo Ma, qual scampo al mio affanno? (Oriana, Amadigi).
Aria Tamai, quant il mio cor (Amadigi)
Recitativo Chi mai creduto havria (Oriana, Amadigi)
Aria Ti pentirai, crudel! (Oriana)
ESCENA IV
Recitativo Dunque colei, da cui speravo (Amadigi, Melissa)
Duetto Crudel, tu non farai (Melissa, Amadigi)
PAUSA 20
SEGONA PART 55
ESCENA V
Recitativo Dun sventurato amante (Dardano)
Aria Pena tiranna io sento al core (Dardano)
ESCENA VI
Recitativo Arresta, oh Prence! (Melissa, Dardano)
ESCENA VIII
Recitativo Amadigl, mio ben! (Oriana, Dardano)
Aria Tu mia speranza (Dardano)
Recitativo Ma qui il rival! (Dardano, Oriana)
ESCENA IX
Recitativo Cieli! Numi! soccorso (Melissa, Oriana)
Aria Chio lasci mai damare (Oriana)
ESCENA X
Recitativo Mi deride lamante (Melissa)
Aria Desterò dallempia Dite (Melissa)
Acto tercero
ESCENA I
Recitativo Dove mi guida il fato mio tiranno? (Oriana)
Aria Dolce vita del mio petto (Oriana)
ESCENA II
Recitativo Sento, ne so che sia (Melissa)
Aria Vanne lungi dal mio petto (Melissa)
ESCENA III
Recitativo Se toffese Oriana (Oriana, Amadigi,Melissa)
Duetto Cangia al fine il tuo rigore (Oriana, Amadigi)
Recitativo No, no! ho già risolto (Melissa)
ESCENA IV
Accompagnato Han penetrato i detti tuoi linferno (Dardano)
ESCENA V
Recitativo Cieli! ingiusti, e inclementi (Melissa, Oriana, Amadigi)
Accompagnato ed Arioso Addio, crudo Amadigi! (Melissa)
Recitativo Che orrore! (Oriana, Amadigi)
Sinfonia
ESCENA VI
Recitativo Son finiti i tormenti (Orgando, Amadigi,Oriana)
Aria Sento la gioia (Amadigi)
Recitativo Godete omai felici (Orgando)
Coro Godete, oh cori amanti (Coro, Oriana, Amadigi, Orgando, Melissa, Dardano)
Ballo
VESPRES DARNADÍ
XAVIER SABATA, CONTRATENOR
NÚRIA RIAL, SOPRANO
ANNA DEVIN, SOPRANO
KATARINA BRADIC, CONTRALTO
RAFAEL QUIRANT, SOPRANISTA
DANI ESPASA, DIRECCIÓN
COMENTARIO
por Georgina Rabassó
La ópera Amadigi di Gaula se estrenó en 1715 en el The King's Theatre de Londres, el cual hasta un año antes se llamaba The Queen's Theatre, donde Georg Friedrich Händel había estrenado en 1711 su primera ópera para esta ciudad, Rinaldo, pocos meses después de haber llegado a la capital de Inglaterra. A lo largo del siglo XVIII, Londres experimentó un gran crecimiento, y un alud de población se trasladó a la zona oeste, fuera del centro de la City. El área de Westminster se desarrolló notablemente, y su nuevo distrito, Mayfair, se formó con las familias aristocráticas adineradas, alojadas a tan sólo 20 minutos del teatro donde Händel presentó sus primeras creaciones para el público británico, con una magnífica acogida. La temporada operística de 1715, sin embargo, terminó antes de lo previsto debido al levantamiento jacobita, que, en un intento de restaurar el poder de Jacob II y de la dinastía católica de los Stuart, cerró todos los teatros de Londres y del país el 23 de julio de ese mismo año.
Händel era ya entonces un compositor aclamado que había recorrido Alemania e Italia cultivando logros artísticos y relaciones favorables con figuras de gran influencia política. Uno de sus protectores había sido, antes de ascender al trueno, Jorge I, que se convirtió en el año 1714 en el primer rey del Reino Unido de la dinastía Hannover. El talento y la fama de Händel, junto con el favor del monarca, le valieron el cargo de maestro real de música de las princesas y la protección de la corte. Entre los años 1721 y 1728, compuso un total de trece óperas, y a lo largo de su carrera dominó las formas musicales del oratorio (dentro de la cual sobresalió), el himno, el concerto grosso y el concierto para órgano. Sus partituras tienen un temperamento dramático, con tonalidades de pompa, y sus melodías se caracterizan por una fuerza vívida que evoca expresiones corales y que apuestan por un protagonismo variado en escena. Inspirado en fuentes italianas y alemanas, y siguiendo la maestría operística de Alessandro Scarlatti, el legado händeliano representa el broche de oro, el auge y la culminación del Barroco musical.
Los libretti de las dos primeras óperas londinenses de Händel recrean historias de la literatura épica medieval. Rinaldo tiene como trasfondo el célebre poema Gerusalemme liberata de Torquato Tasso, y Amadigi di Gaula se basa en la novela de caballerías homónima (Amadís de Gaula) de los siglos XIII-XIV, que se conserva en la versión castellana de Garcio Rodríguez de Montalvo impresa en 1508. Obra probablemente de origen portugués, gozó de una gran difusión durante aquellos siglos –son testigo las numerosas traducciones conocidas–, y ha pasado a la historia, también, como la novela de cabecera de Don Quijote. El libretista deAmadigi di Gaula, no identificado en el programa de mano de las primeras representaciones, se cree que fue Nicola Francesco Haym, que adaptó el relato medieval a partir del libreto de Antoine Houdar de La Motte para Amadís de Grêce, ópera del compositor André Cardinal Destouches (estrenada en París en 1699) que no gozó de una notoriedad similar a la de Händel.
La trama deAmadigi di Gaula trata asuntos amorosos sobre un fondo de peripecias. El conflicto, el amor y la muerte, la remisión a un tiempo lejano y las alusiones a la magia y los hechizos son aspectos que habrían captado la atención tanto de hombres como de mujeres de la aristocracia británica. Los caballeros Dardano y Amadigi se enamoran de la misma dama, Oriana, papel representado en el estreno por la soprano Anastasia Robinson. Al enterarse, la hechicera Melissa confiesa a Amadigi la pasión que siente por él, pero no es correspondida y le arroja una amenaza. Encierran a Oriana en una torre que acabará en llamas y, cuando Amadigi la salva, Melissa invoca las fuerzas del mal para que le abduzcan. En el segundo acto, Amadigi es víctima de una ilusión y cree que Oriana le es infiel. Se desmaya y, al verlo, Oriana piensa que está muerto. Ella intenta quitarse la vida, pero él la detiene y, al mismo tiempo, la rechaza. Melissa trama un nuevo plan: Dardano se hará pasar por Amadigi e intentará seducir a Oriana. A punto de conseguirlo, aparece su rival y le mata. Melissa, furiosa, se apodera de Oriana y la condena en los tormentos infernales. En el tercer acto, los dos amantes se presentan encadenados ante la hechicera, que quiere matarles porque se niegan a renunciar a su amor. Sin embargo, no se atreve a hacerlo e invoca al fantasma de Dardano para que le ayude. Emergiendo del inframundo, el caballero declara que los dioses dan su protección a la pareja. La hechicera, derrotada, se suicida y, finalmente, Orgando, tío de Oriana, desciende de los cielos, proclama el fin de las pruebas de los amantes y los une.
Desde la cara oculta de la Ilustración, Amadigi di Gaula nos recuerda la fuerza de las pasiones y del amor, y su capacidad de apoderarse de la voluntad humana, tanto para derrotarnos como para hacernos triunfar. Dejemos que esta tarde Händel nos cautive los sentidos con su música.