Adriano Galante
Sara Serrano
David Climent
Alessia Schoor
Idea, creación, espacio escénico y dirección: Adriano Galante, Sara Serrano, David Climent, Alessia Schoor
Mediaturgia: Sara Serrano
Movimiento, música, textos y espacio sonoro: David Climent y Adriano Galante
Escenografía, vestuario y diseño: Alessia Schoor
Edición de vídeo: Diego Rampelini
Sonido y luces: Marc Vilanova
Mezcla y master de sonido: Emili y Jordi Bosch (Cardamomo Estudios)
Pieza Airbnb Barcelona: Cesión de Kor Dwarshuis (dwarshuis.com)
Foto: Anna Benet
Agradecimientos: Valentina Rissi, Pablo Molinero, Sara Fontán, Xavi Artal, Mónica Rovira, Jofre Oliveres, Agustín Santoyo, Timothy B. Layden, Macarena Recuerda, David Franch, Pau Rodríguez, Clarissa Mota, Edi Pou, Andrea Soto Calderón, El Zulista, Pilar Lope y a todas y todos los educadores y participantes del Campus de Verano de la Escola d’Arts en Viu i dels Artefactes Escèniques del Artesà del Prat de Llobregat.
Con la colaboración de Graner Centro de creación, Konvent Puntzero, Festival TNT, Teatro L'Artesà, Fabra i Coats y Teatro Sagarra
COMENTARIO
El procés de creació daquest espectacle es va interrompre poc abans de la seva estrena al 2020 en el cicle Escenes de L’Auditori de Barcelona. Dos anys més tard, amb una pandèmia pel mig que ha fet visibles infinitat de qüestions relacionades amb la llar, DEMOLEDORA ha tornat a la càrrega amb una peça renovada, definitiva i adaptada a l’actualitat amb una proposta escènica transdisciplinar contundent, àcida i divertida inspirada en realitats molt diverses que giren als voltants de lhabitatge digne i no tan digne. DEMOLEDORA uneix a la directora i mediaturga Sara Serrano, l’actor i creador David Climent (loscorderos.sc), el músic i performer Adriano Galante (Seward) i l’arquitecta i dissenyadora Alessia Schoor.
Habitamos espacios cada vez más pequeños en ciudades cada vez mayores. Y nos echan. Habitáculos pequeños en los que cada día ocupamos menos espacio físico y más espacio virtual. Y nos echan. Lugares supuestamente privados donde se convive con los sonidos de los demás como si fueran propios. Y nos echan. Paredes que suponen mayor distancia que el océano. Y nos echan. Casas particulares donde se trabaja 24/7 para poder vivir 24/7. Y nos echan. Un contrato fijo discontinuo con la mudanza constante. Y nos echan. No vamos a tener una casa en la puta vida. Y nos echan. La vivienda digna es una conexión 5G. Y nos echan. Pero la resistencia es y será demoledora.