KARLHEINZ STOCKHAUSEN
Kürten, Alemania 1928 – 2007

Tierkreis

(1974-1975) – 25

Klavierstück n.º 9

(1954-1961) – 10

 

ALBERTO POSADAS
Valladolid 1967

Anklänge an Stockhausen

(2017) – 9

 

MING TSAO
Berkeley, California, Estados Unidos 1966

Plus Minus

(2012-13) – Realization of Karlheinz Stockhausen's Plus Minus n. 14 (1963, 1974) 32'

Ensemble Ascolta:

Andrea Nagy, clarinete
Markus Schwind, trompeta
Andrew Digby, trombón
Erik Borgir, violonchelo
Florian Hoelscher, piano
Anne-Maria Hoelscher, acordeón
Hubert Steiner, guitarra eléctrica y guitarra acústica
Julian Belli, Lucas Gérin, Boris Müller y Vanessa Porter, percusión

Catherine Larson-Maguire, dirección

 

COMENTARIO

por Isabel Gondel

El repertorio de la segunda mitad del siglo XX estuvo dominado por un espíritu constructivista como consecuencia del neoserialismo representado por primera vez con Three Compositions for piano (1947) y Composition for Four Instruments (1948) de Babbitt. La disociación de estructuras rítmicas y armónicas se pone en marcha con Cantéyodjayâ (1948) de Messiaen, y se desarrolla plenamente con su Mode de valeurs et d’intensités (1949): el paradigma del serialismo integral, que serviría como referente para la inmensa Sonata (1950-1952) de Jean Barraqué, Structures I (1951-1952) de Pierre Boulez, la Sonata para dos pianos de Karel Goeyvaerts (1950-1951), así como para Sonate pour deux pianos de Michel Fano (1952).

Los Klavierstücke (1952-1961) de Karlheinz Stockhausen marcan un mapa de interrogaciones formales sobre el sistema serial, que serviría como un laboratorio de experimentación y exploración de su propio pensamiento en música sobre el rendimiento, la lógica paramétrica, el tiempo físico, las articulaciones, el tempo, las armonías, la idea de progresión y la sistematización de la composición de resonancia. Un paso previo a lo que años más tarde se consideraría como la transición culminante de la serie al timbre con su obra Mantra compuesta en 1970, con la que el compositor desea preparar al espíritu de su tiempo hacia un futuro de lo suprahumano.

Fue una década fundamental con la apertura de nuevos horizontes a través de la computadora y la aplicación de nuevas formas de conocimiento en la música. Era el momento de conocer nuevas sensaciones con los sonidos sobrenaturales, creados a partir de la agrupación artificial de diferentes impresiones sensoriales. Era el momento de nuevos principios formales basados en el timbre, la percepción y la sensación: todo sonido era ahora un resultado claro de sonidos gracias a los avances tecnológicos y del conocimiento. Aquellos con los que se podían comenzar a construir nuevas formas de arquitectura sonora, basadas en los mapas de la naturaleza física del sonido que habían permanecido ocultos para todos los siglos anteriores. Esto será lo que impulsará la consolidación del espectralismo en 1983 en Francia con el grupo L’Itinéraire, tras unos inicios algo rebeldes contra los principios del neoserialismo y lo que ellos denominaron “la dictadura de lo establecido por Boulez”.

El control estricto de los parámetros crea una unidad omnipresente, como predilecta consecuencia de lo que conocemos como serialismo integral. Los procesos subdividen el sistema de la obra en partes más pequeñas, que se pueden crear, modificar, intercambiar e incluso reemplazar de forma independiente. Estos procesos, sumados a la libertad de decisión que el compositor ofrece a los intérpretes, crean un espacio controlado, bajo estrictos parámetros y reglas de actuación de los materiales. Stockhausen perseguía así la capacidad de autogeneración y autorreproducción múltiple. A partir de una visión artística propia: desde la antropología social de Malinowski, los amantes simbólicos del Cantar de los Cantares y el desarrollo del individuo de Hermann Hesse… hasta el empleo de significados en código, la fonética, la electrónica y los sintetizadores que lo llevaron al metaserialismo que Ming Tsao referencia y concibe en su lus Minus (2012-2013): la primera realización completa de la composición abierta de Stockhausen dedicada a Mary Bauermeister. Fruto de un revisionismo activista para con occidente y la problematización de una vida moderna contemporánea. Aquella en la que emplea un lirismo musical multifacético que se fractura y que persigue representar al espíritu de nuestro tiempo.

La Nueva simplicidad aboga por un acercamiento al público a partir del abandono de una objetividad excesiva que las melodías de Tierkreis (1975) representaron por su naturaleza precursora, adelantada incluso al nacimiento de la propia tendencia. Para este concierto, los arreglos de las melodías elegidas para la actuación corren a cargo de Andrew Digby, donde una de ellas tendrá que corresponderse con el signo del zodíaco de hoy: piscis. El Ensemble Ascolta tendrá que tomar decisiones también en cuanto a las duraciones según diferentes escalas de medición aritmética y la secuencia de Fibonacci, que definirá también el desgaste de los materiales contrapuestos en el Klavierstück IX (1961) dedicado a Kontarsky, organizado globalmente por el número áureo como reflejo de procedimientos serialistas. El compositor español Alberto Posadas dedica al pianista Florian Hoelscher su búsqueda de conceptos en el repertorio histórico de grandes compositores: desde Couperin hasta Zimmermann. Un camino personal en el estudio de la sonoridad del piano, en el que Anklänge an Stockhausen (2017) explora la huella del fenómeno de la transformación de una estructura rítmica vertical hacia una horizontalmente plana de la producción del compositor alemán del siglo XX que hoy nos reúne.

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