JOHANN SEBASTIAN BACH
(Eisenach, Alemania 1685 – Leipzig 1750)
Cantata Meine Seel erhebt den Herren, BWV 10
(20)
Coro: Meine Seel erhebt den Herren
Aria (soprano): Herr, der du stark und mächtig bist
Recitativo (tenor): Des Höchsten Güt und Treu
Aria (bajo): Gewaltige stößt Gott vom Stuhl
Aria (dueto de contralto y tenor) y coral: Er denket der Barmherzigkeit
Recitativo (tenor): Was Gott den Vätern alter Zeiten
Coral: Lob und Preis sei Gott dem Vater und dem Sohn
Cantata Meine Seele rühmt und preist de BWV 189
Aria (tenor): Meine Seele rühmt und preist
(7)
Cantata Herz und Mund und Tat und Leben, BWV 147
(32)
Primera Parte:
Coro: Herz und Mund und Tat und Leben
Recitativo (tenor): Gebenedeiter Mund!
Aria (contralto): Schäme dich, o Seele, nicht
Recitado (bajo): Verstockung kann Gewaltige verblenden
Aria (soprano): Bereite dir, Jesu, noch itzo die Bahn
Coral: Wohl mir, dass ich Jesum habe
Segunda Parte:
Aria (tenor): Hilf, Jesu, hilf, dass ich auch dich bekenne
Recitativo (contralto): Der höchsten Allmacht Wunderhand
Aria (bajo): Ich will von Jesu Wundern singen
Coral: Jesus bleibet meine Freude
Solistas Salvat Beca Bach:
Elionor Martínez, soprano
Lara Morger, contralto
Ferran Mitjans, tenor
Oriol Mallart, bajo
Bachcelona Akademie:
Sopranos: Elionor Martínez (solista), Andrea Martí, Inés Alonso y Rita Morais
Contraltos: Lara Morger (solista), Amalia Cuena, Maria Morellà y Helena Tajadura
Tenores: Ferran Mitjans (solista), Roberto Redondo, Josep Rovira y Marc Martínez
Bajos: Oriol Mallart (solista), Lluís Arratia, Joan Climent y Lucas López
Lluís Vilamajó, preparación
Rochsane Taghikhani, coach de dicción
Violines: Sara Balasch, Paula Sanz, Irene Martínez, Laura Estévez y Marta Guillén
Viola: Nina Sunyer
Violonchelo: Feliu Llobet
Bachcelona Consort:
Trompeta: Jonathan Pia
Oboes: Katy Elkin y Daniel Ramírez
Violines: Catherine Manson y Alba Roca
Viola: Núria Pujolràs
Violonchelo: Guillermo Turina
Fagot: Carlos Vallès
Violone: Oriol Casadevall
Órgano: Daniel Tarrida
Ton Koopman, órgano y dirección
Cantantes Coral Jesus bleibet meine Freude, BWV 147:
SOPRANOS: Marion Assmann, Eulàlia Bassedas, Imma Espunyes, Marta Izquierdo, Hermínia Mostaza, Maria Solé Prats, Esther Cuatrecasas, Conxita Mestanza, Cristina Elgström, Lori Celinda Webber, Dinna De Rosa, Carme Guardia Benito, María Teresa Font, Mercè Costa Nicolau, Maria José Marco Puy, Maria Dolores Muñiz, Paula Colombero, Núria Terradas Boscà, Maria Hilària Labrador, Mercè Marco, Merce Aranda, Maria Dolors Fajula, Katrin Eckart CONTRALTOS: Roser Cabacés, Delfina Cardona, Reyes Milá, Anna Marín, Mercè Sariol, Carmina Solà Morales, Mercè Balasch, Araceli Viñes, Gisela Ruiseco, Heike M. Martínez, Montse Miró, Cecilia Pití, Anna Maria Vila Doñate, Margarita Pérez, Magda Bordas Gelabert, Mercè Miró Mayor, Pilar Garcia de Marina, M.Rosa Garcia, Carme Serradell, Agnès Pumarola, Pilar Pla, Montse Briera, Manoli Castro, Mariola Bachmann, Astrid Möller, Rosa Isern, Ana Ardanaz TENORES: Manel de Riba, Andreu Enfedaque, Josep Mitjans, Christian Bonnet, Pedro Torres Fernandez, Xavier Peris i Romero, Marçal Vilà Pla, Enric Sancho Berga, Jose Luis Rodriguez, Xavier Monsó, Jaume Aguilar BAJOS: Oriol Clos, Rafael Ferrer Coch, Joan Martin Gurgui, Ramón Sabaté , Ramin Hajianfar, Ulrich Franken, Ignacio Font, Lluís Casso Samsó, Jaume Weichsel, Miguel Castañer, Sigfrid Quer Riera, Jose Maria Conesa, Xavier Vallory Subirà, Eugeni Castells, Josep Fontdevila, Ignasi Nubiola, Javier Nubiola Briera, Oriol Solina Feliu, Joan Arqué
COMENTARIO
por Martí Sancliment Solé
Para la gloria de Dios, dos cantatas en diálogo
La vida de Johann Sebastian Bach es un peregrinaje en busca de lo esencial, servir a Dios a través de la música. Esta idea explica por qué en mayo de 1723 Bach se trasladó a la ciudad de Leipzig, donde cubriría la plaza de kantor en la iglesia de Santo Tomás. A partir de ahora, su vida se entregaría por completo a la composición musical al servicio de la iglesia, su música para la gloria de Dios. De aquí nacerían sus extraordinarios ciclos de cantatas.
Las dos cantatas que escucharemos hoy son las únicas destinadas a celebrar la Visitación de María, festividad que conmemora la alegría de María por la encarnación de Jesús, según el evangelio de Lucas (1, 46-55).
La cantata Herz und Mund und Tat und Leben (El corazón y la boca, los actos y la vida) en Do, BWV 147 parte de este tema y de un libreto de Salomon Franck, además de otros textos anónimos y de algunas modificaciones realizadas por el propio Bach. Esta fue una de las primeras cantatas que Bach pudo estrenar en Leipzig, interpretada por primera vez solo cuatro meses después de su llegada a la ciudad. Quizás esta urgencia explique el hecho de que Bach utilizara para esta cantata el material de una primera versión de 1716 con el mismo título, que había compuesto originariamente en Weimar. La estructura definitiva de la cantata prevé una división en dos partes, de las cuales la primera se ejecutaba antes del sermón, y la segunda, después. Ambas concluyen con un coral diferente, pero con el mismo tema musical. De acuerdo con su carácter festivo, la cantata se inicia con un movimiento enérgico y brillante presentado por la trompeta y la orquesta que, a continuación, deja paso al coro, que lo transforma en una vertiginosa fuga que retoma el tema inicial. Las arias de la primera parte son interpretadas por las voces femeninas en diálogo con instrumentos solistas, entre los cuales destaca el oboe de amor, uno de los preferidos del compositor. En la segunda parte, en cambio, son las voces masculinas las que nos conducen al célebre coral final Jesus bleibet meine Freude, de estructura tan sencilla como perfecta, monumental e íntima.
En el año 1724, y para la misma festividad, Bach presentaría Meine Seel erhebt den Herren, (Mi alma glorifica al Señor) en sol m, BWV 10. Esta cantata, que expresa con ambigüedad el contraste entre la alegría y el elogio, por un lado, y la humildad, por el otro, no se inspira en un himno protestante, sino que recoge textos anónimos y versículos de la Biblia. Presentada también por una ágil sinfonía instrumental a la que se añade el coro, que muestra un amplio desarrollo polifónico, esta cantata se estructura en una sola parte con siete movimientos. Tres arias en las que participan las cuatro voces solistas, dos recitativas para tenor y un coral final que, además del coro inicial, sirven a Bach para alabar al Señor y compartir con nosotros su propia experiencia y relación directa, íntima y genuina con el creador.