DAVID LEÓN FIORAVANTI
(Palma de Mallorca 1972)
Reflecting Hamlet, op. 47
(2016) – Estrena versió banda – 8
SALVADOR BROTONS
(Barcelona 1959)
Concierto para flauta, op. 72
(2001) – 22'
I. Calmo e sognante
II. Vivo
III. Adagio fúnebre. Cadenza
IV. Allegro deciso
PIOTR ILICH CHAIKOVSKI
(Vótkinsk 1840 – San Petersburgo 1893)
Hamlet, obertura-fantasía op. 67
(1888) – Arreglos de Christiaan Janssen – 19'
BANDA MUNICIPAL DE BARCELONA
PATRÍCIA DE NO, FLAUTA
SALVADOR BROTONS, DIRECCIÓN
CLARINETES Ángel Errea, concertino / José Miguel Micó, solista / Natalia Zanón, solista / Joana Altadill / Eduard Betes / Valeria Conti / Joan Estellés / Victoria Gonzálvez / Montserrat Margalef / Manuel Martínez / Javier Olmeda / José Joaquín Sánchez / Joan Tormo / Javier Vilaplana, requinto / Martí Guasteví, clarinete alto / José Vicente Montesinos, clarinete bajo SAXOFONES Mauricio Esteller, alto / Dani Molina, alto solista / Marta Romero, alto / Armand Franco, tenor / José Jaime Rivera, tenor / Joan Soler, barítono / FLAUTAS Manuel Reyes, solista / Paula Martínez / Josep Maria Llorens, flautín OBOES Pilar Bosque, solista / David Perpiñán / Carla Suárez, corno inglés FAGOTS Xavier Cervera / Laura Guasteví TROMPAS Oleguer Bertran, solista / German Izquierdo, solista / Manuel Montesinos / Josep Miquel Rozalén / Miguel Zapata TROMPETAS Y FISCORNOS Jesús Munuera, solista / Patricio Soler, solista / Mauricio Alba / Santiago Gozálbez / Jesús Pascual / José Joaquín Salvador TROMBONES Emilio Almenar / Francesc Ivars / Héctor Penades / Francisco Palacios, bajo BOMBARDINOS Rubén Zuriaga, solista / David Pantín TUBAS Antonio Chelvi, solista / Francisco Javier Molina CONTRABAJOS Enric Boixadós / Noemí Molinero* TIMBALES Ferran Carceller, solista PERCUSIÓN Mateu Caballé, solista / Ferran Armengol / Alejandro Llorens
DIRECTOR TÉCNICO Joan Xicola
COORDINADORA EJECUTIVA Susanna Gamisel
ENCARGADO DE LA BANDA Josep Miquel Rozalén
ARCHIVERO Àlex Fernández
SERVICIOS AUXILIARES Airun Servicios Culturales
* Colaborador
COMENTARIO
por Anna Costal
Siguiendo el camino trazado por los autores de la Grecia clásica, las tragedias de Shakespeare son universales porque ejemplifican los sentimientos y las pasiones humanas, como el amor y el odio, ejes temáticos de L'Auditori esta temporada. Hamlet, una obra escrita alrededor de 1600, interpela lo trascendental de la existencia con la frase «ser o no ser, esta es la cuestión» y, adaptada a la ópera o al cine, ha atravesado las centurias hasta los nuestros días.
Chaikovski, como otros artistas románticos, sintió atracción por los personajes arquetípicos de Shakespeare. En el año 1873 estrenó la fantasía sinfónica La tempestad y, siete años más tarde, completó la última versión de la obertura fantasía Romeo y Julieta. El propio compositor dirigió el estreno de Hamlet en noviembre de 1888 en San Petersburgo, una obra que había esbozado a lo largo de más de una década. La obertura fantasía no tiene una relación directa con el hilo narrativo del relato, pero los personajes de la tragedia, identificados con diferentes atmósferas sonoras, van desfilando por la partitura: el protagonista, el fantasma de su padre, Ofelia, el príncipe Fortinbras y, para acabar, el funesto fin de Hamlet.
David León compuso Reflecting Hamlet en 2016, motivado por la idea de Salvador Brotons de incluir una obra contemporánea en un concierto de oberturas shakespearianas de Chaikovski. Al igual que la del ruso, la de León tampoco es una partitura narrativa. Según el autor, se centra en «la historia de Hamlet como punto de reflexión y trata de explotar las características psicológicas del personaje». Se estructura en dos temas musicales que parten de un intervalo de dos notas muy utilizado en la historia de la música, el trítono, que aquí simboliza la condición más hamletiana: la duda. Así, los dos temas se van confrontando el uno con el otro para, después, volver al inicio con más convicción.
El programa se completa con el Concierto para flauta de Brotons, un encargo del Centro per le Iniziative Musicali in Sicilia que estrenó el flautista Claudi Arimany. La voluntad del compositor es mostrar la capacidad de este instrumento para expresarse en el registro grave y lírico, mucho más allá de las notas agudas y las agilidades técnicas que habitualmente lo caracterizan. A la cadencia del tercer movimiento, sin embargo, Brotons añade recursos especiales, como los multifónicos —que hacen que suene más de una nota al mismo tiempo— y la percusión de las claves. La música es exigente, pero la pericia del autor, que es flautista, facilita el lucimiento del intérprete y ofrece al oyente un concierto original que cautiva desde el inicio.