FRANZ JOSEPH HAYDN
(Rorhau, Austria 1732 – Viena 1809)
DIE SIEBEN LETZTEN WORTE UNSERES ERLÖSERS AM KREUZE, HOB. XX:2
(Las siete últimas palabras de Cristo en la Cruz)
Adaptación para coro, solistas, cuarteto de cuerda y fortepiano de Ensemble O Vos Omnes
Introduzione
1. Vater im Himmel, o sieh hernieder
2. Ganz Erbarmen, Gnad' und Liebe
3. Mutter Jesu, die du trostlos
4. Warum hast du mich verlassen?
Introduzione
5. Jesus rufet: Ach, mich dürstet!
6. Es ist vollbracht!
7. In deine Händ’, o Herr, empfehl ich meinen Geist
Il Terremoto. Er ist nicht mehr
La duración aproximada del concierto es de 60 minutos
ENSEMBLE O VOS OMNES
SOPRANOS: Irene Mas, solista / Elionor Martínez / Maria Pujades
ALTOS: Mercè Bruguera, solista / Marc Guerris / Mariona LLobera
TENORES: Matthew Thomson, solista / Joan Mas / Carles Prat
BAJOS: Ferran Albrich, solista / Néstor Pindado / Toni Fajardo
QUARTET GERHARD
VIOLINES: Lluís Castán Cochs y Judit Bardolet Vilaró
VIOLA: Miquel Jordà Saún
VIOLONCHELO: Jesús Miralles Roger
ROGER ILLA, FORTEPIANO
XAVIER PASTRANA, DIRECCIÓN
COMENTARIO
por Xavier Pastrana
En el año 1779, Haydn recibe el encargo de escribir una música que sirviera de puente (y al mismo tiempo de momento de reflexión) entre cada una de las lecturas de las Siete palabras que se celebraban el Viernes Santo en el Oratorio de la Santa Cueva de Cádiz. Sabemos, por las palabras del propio compositor, que el trabajo no fue fácil, ya que se trataba de escribir siete intervalos de unos diez minutos cada uno y con un tempo que no podía alejarse demasiado del adagio. De hecho, en el prefacio de la edición de la obra, Haydn dice que finalmente no pudo ceñirse totalmente a los requisitos del encargo. Tanto es así que el compositor añadió un último movimiento (el terremoto) que, al contrario de todo el resto, es rápido y ofrece el único gran contraste entre movimientos.
La versión original de la obra, para orquesta, representa un género único, a medio camino entre la sinfonía y el oratorio. Sin embargo, según parece, esta no fue la primera versión estrenada: por problemas de espacio en el templo se tuvo que sustituir por una versión para cuarteto de cuerda (y que ha quedado dentro del repertorio camerístico habitual). Sin embargo, el éxito de la obra fue lo bastante importante para que su editor encargara también una versión para piano, que Haydn aprobó.
Unos años más tarde, el compositor pudo escuchar una versión de su obra que incorporaba un coro y orquesta. El maestro de capilla de Passau, Joseph Friebert, había añadido una parte coral con un texto en alemán (a diferencia del latín, que estaba escrito bajo la parte del violín de la primera versión). A Haydn le gustó cómo sonaba aquella versión y decidió hacer una propia. El texto fue revisado por el barón van Swieten, en la que sería su primera colaboración y que llevaría a una relación que culminaría en la composición de La creación y Las estaciones. Con este añadido vocal, pues, la obra forma parte del género del oratorio. Es por eso que Haydn añade un interludio que separa la composición en dos partes, como era habitual en los oratorios.
La propuesta de hoy representa una nueva versión de Die sieben letzten Worte. Bebiendo de las cuatro versiones previas (para orquesta, cuarteto, piano y orquesta con coro y solistas) se intenta recrear lo que hubiera podido ser una versión camerística que incorporara un pequeño coro, el cuarteto y el fortepiano (un Anton Walter, alrededor de 1803, copia de Paul Poletti) como bajo continuo. Este formato busca una aproximación más cuidadosa entre el lenguaje y la articulación orquestal y las líneas propias del coro y los solistas.
Esta obra se convirtió en una de las preferidas del compositor y fue la última que dirigió él personalmente.