JOAN LAMOTE DE GRIGNON
(Barcelona 1872-1949)
Marxa Catalana n.º 1
(1914) – 4'
Rosa del folló
Sardana – (1908) – 4'
Scherzo sobre un tema popular català
(1897-1915) – 8'
CAMILLE SAINT-SAËNS
(París 1835 – Argel 1921)
JOAN LAMOTE DE GRIGNON
Déjanire
Selección de la música escénica – (1898) – 13'
Selección temas e instrumentación de Joan Lamote de Grignon
PAUSA 20 '
Manuel Oltra
(Valencia 1922 – Barcelona 2015)
Instrumentaciones de Jordi León
Rapsodia para piano e instrumentos de viento, op. 47
(1953) – 11'
Jordi Farran, piano
Montmagastre, pequeño cuadro sinfónico, op. 145
(1970) – 6'
Alimara, poema sinfónico, op. 179
(1983) – 9'
BANDA MUNICIPAL DE BARCELONA
JORDI FARRAN, PIANO
SALVADOR BROTONS, DIRECCIÓN
CLARINETES José Miguel Micó, solista / Natalia Zanón, solista / Joana Altadill / Eduard Betes / Valeria Conti / Ángel Errea / Joan Estellés / Victoria Gonzálvez / Montserrat Margalef / Manuel Martínez / José Joaquín Sánchez / Joan Tormo / Laia Santamaria* / Clara Vilanova* / Javier Vilaplana, requinto / Martí Guasteví, clarinete alto / José Vicente Montesinos, clarinete bajo SAXOFONES Mauricio Esteller, soprano / Dani Molina, alto solista / Marta Romero, alto / José Jaime Rivera, tenor / Ernest Orts*, tenor / Samuel Sánchez*, barítono / Joan Soler, bajo FLAUTAS Manuel Reyes, solista / Carme Arrufat / Paula Martínez, flautín OBOES Pilar Bosque, solista / David Perpiñán / Carla Suárez, corno inglés FAGOTS Daniel Ortuño, solista / Xavier Cervera FLABIOL Josep Llauradó* TIBLE Armand Franco TENORAS Jordi Figaró* / Jordi Guixé* TROMPAS Oleguer Bertran, solista / Claudia Cobos, solista / Hermano Izquierdo / Manuel Montesinos / Miguel Zapata TROMPETAS Y FISCORNOS Mauricio Albás / Santiago Gozálbez / Jesús Pascual / José Joaquín Salvador / Susana Marco* / Joel Forns* TROMBONES Emilio Almenar / Francesc Ivars / Héctor Penades / Francisco Palacios, bajo BOMBARDINOS Rubén Zuriaga, solista / David Pantín TUBAS Toni Chelvi, solista / Francisco Javier Molina CONTRABAJOS Enric Boixadós / Noemí Molinero TIMBALES Ferran Carceller, solista PERCUSIÓN Mateu Caballé, solista / Ferran Armengol / Alejandro Llorens / Mario Garcia *
DIRECTOR TÉCNICO Joan Xicola
COORDINADORA EJECUTIVA Susanna Gamisel
ENCARGADO DE LA BANDA Montserrat Margalef
ARCHIVERO Àlex Fernández
SERVICIOS AUXILIARES Airun Servicios Culturales
* Colaborador/a
COMENTARIO
por Anna Costal i Fornells
El 28 y el 29 de agosto de 1898, las Arenas de Béziers se llenaron hasta los topes. En aquella flamante plaza de toros se estrenó Déjanire, una tragedia lírica con música de Camille Saint-Saëns y un argumento basado en personajes de la mitología griega. Los efectivos musicales fueron espectaculares: coro, solistas, orquesta, diez arpas, la banda Lyre Biterroise de Béziers y la Banda Municipal de Barcelona, dirigida entonces por Celestí Sadurní. Poco después, Joan Lamote de Grignon preparó expresamente para la Banda Municipal una suite de la obra. Interpretar de nuevo aquella partitura es un buen homenaje a Lamote de Grignon en el 150.º aniversario de su nacimiento y también a Sadurní y a los músicos que participaron en aquel estreno mundial.
Varios compositores catalanes de finales del siglo XX tomaron las canciones populares como fuente de inspiración para todo tipo de obras musicales. Uno de los alicientes era transformar la sencillez inicial de estas melodías en partituras de envergadura artística y, al mismo tiempo, obtener como resultado emblemas sonoros de un marcado catalanismo. La rosa del folló y Scherzo son dos ejemplos: la sardana incluye la canción popular del mismo nombre en el canto de los largos, y Scherzo es una glosa de La filadora, una conocida tonada de animación navideña. De una manera un poco diferente, un poco más velada, Joan Lamote de Grignon incluyó la melodía de Els segadors en la parte central de Marxa catalana n.º 1. La obra está dedicada a Antoni Martínez i Domingo, alcalde de Barcelona desde mayo de 1919 y que, tres años después, dejó el consistorio para incorporarse al Congreso como diputado de la Liga Regionalista.
Manuel Oltra no solía introducir prácticamente nunca canciones populares en sus obras. Una excepción es, precisamente, Rapsòdia per a piano i instruments de vent, basada en los bailes de bastones del Penedès. En el otoño de 2009, me explicaba cómo gestó la obra: «Trabajé en ella durante todo un año», pero sin apuntar ni una nota en el pentagrama y, finalmente, «en una noche la escribí toda, de golpe». Lo entendía como un pequeño milagro. Pero sus obras no eran fruto de una inspiración repentina; al contrario, se basaban en la especulación musical a partir de un dominio extraordinario de las leyes de la armonía y del contrapunto. Por eso, nunca tenía que revisarlas; una vez hechas, ya eran definitivas. La composición de Montmagastre fue similar: «En dos días la tuve terminada». Oltra era partidario de no escribir ningún comentario acerca de su música. Para justificarse, se aferraba a un aforismo de Joan Fuster: «¿Nos es lícito hablar de música? La palabra, salvo cuando queda en manos del poeta, tiene unos límites notorios». Hagámosle caso, escuchemos su obra, el mayor homenaje que podemos rendir a Manuel Oltra en el centenario de su nacimiento.