RAMON HUMET
(Barcelona 1968)
Llum
para coro a cappella
(2013 – 2016) – Estrena mundial
I. Tanca els ulls
II. Camina endins
III. Baixa al cim de l’Ànima
IV. Pedra nua
V. Pau al Cor
VI. Engrunes de Llum
VII. Al·leluia
La duración aproximada del concierto es de 47'
LATVIAN RADIO CHOIR
SIGVARDS KLAVA, DIRECCIÓN
comentario
por Joan Magrané
MEDITACIÓN CORAL
El sello finlandés Ondine ha publicado recientemente un disco dedicado a Llum, la obra coral del compositor catalán Ramon Humet, con el prestigioso Coro de la Radio Letona que dirige Sigvards Kļava. Todos ellos –obra, compositor e intérpretes– son precisamente los protagonistas de este concierto.
Ramon Humet (Barcelona, 1968) es un compositor fascinado por el mundo oriental (concretamente, por Japón y sus tradiciones) que encuentra su inspiración en la confluencia entre naturaleza y cultura, así como en la reflexión y la meditación; aquella búsqueda de lo más íntimo del ser, el paisaje espiritual, el Montsant interior, guía su mano en la mesa de trabajo. Su pensamiento estético une estas ideas con un conocimiento exhaustivo y riguroso de la tradición musical europea y con un dominio técnico –todo lo que el oficio de compositor tiene de más pragmático– total, esto es, de las melodías llenas de aire del shakuhachi a las armonías resonantes como campanas de las piezas de Mompou, pasando por la música de Bach y siempre bajo la atenta mirada de Jonathan Harvey, uno de los grandes maestros de los últimos años y también gran amante del mundo oriental.
Humet es autor de una obra importante, fresca y nueva, moderna y al mismo tiempo profunda y arraigada que no avanza torrencialmente, sino poco a poco, de forma pensada e interiorizada. Una obra de gran valor humano y riqueza poética siempre gobernada por el hábito –hoy en día tan necesario y ejemplar– de la meditación y el recogimiento. Por eso, su música se aleja del barroquismo y carece de aspavientos y de golpes de efecto súbitos. Sin embargo, es también una música siempre flexible y orgánica, constantemente metamorfoseada y viva; no en vano, en su Homenaje a Martha Graham dice: «Todo cambia, la única verdad».
Junt amb el cicle simfònic Música del no-ésser (2008-2010) i els –de moment– cinc quaderns per a piano que contenen les Escenes del bosc (2004-2013), el cicle coral Llum(2013-2016), amb textos del monjo montserratí Vicenç Santamaria, és la seva obra més ambiciosa i paradigmàtica. Una obra que ha crescut sense presses ni pressions, perquè sí, pel simple fet de voler fer-la. Humet ha passat uns quants anys cultivant-la i tenint-ne cura fins, a la fi, poder-hi guixar la doble barra final.
Llum nos adentra en una vastedad inmóvil –o en apariencia inmóvil– en forma de retablo coral, y es una invitación a perdernos en nuestro propio paisaje interior, a recorrer sus caminos. A recorrernos, peregrinos de nosotros mismos, a través de sus siete movimientos, momentos o estados del alma. Tanca els ulls es una tranquila canción cuya melodía, cantada por una soprano solista, es una sola nota, un re m, acunada por cambiantes armonías del coro que la acompaña. A ritmo de pasacalles, en Camina endins, cinco acordes van transfigurándose y evolucionando en permanente transición, conduciéndonos a unos compases finales en los que las voces suenan casi como si salieran de un sintetizador. Baixa al cim de l’ànima, escrita sólo para voces femeninas, presenta un espacio sonoro basado en el intervalo de segunda menor, pero que no suena nunca disonante, sino dulce, y que, pausada y plácidamente, va desplegándose en constante diálogo entre el coro y dos contraltos que entreoímos a lo lejos. El siguiente fragmento (dedicado a Bernat Vivancos –punta de lanza de la nueva música coral catalana y estrecho colaborador, también, del Coro de la Radio Letona)– es un elogio, severo y desnudo, del canon y del contrapunto: Pedra nua. Pau al cor es una pieza en la que la soprano solista queda engullida por el coro, metáfora de la soledad (el individuo) en medio del infinito (el universo). Engrunes de llum es una obra en sí misma. Es, de hecho, la sección más compleja del ciclo tanto desde el punto de vista estructural (se divide internamente en 10 partes) como en lo que se refiere al uso variadísimo del coro, que se convierte en una auténtica orquesta de voces que va de la quietud fragmentaria inicial a un pletórico y resonante final: «Abraza, todo tú, el Misterio que hay en ti, en todo y por todas partes». Llum termina serena y austeramente con el coro repitiendo en homofonía «aleluya, aleluya...».
Lo que decíamos: meditación coral, viaje interior per aurem. El espíritu de Montserrat que ve y del que bebe Vicenç Santamaria desde su celda y el espíritu del Montsant que ve y del que bebe Ramon Humet desde su estudio; dos voces que se multiplican en mil voces y que nos abrazan tiernamente, cantando. Naturaleza hecha cultura, cuerpo hecho paisaje.
LETRAS
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