MAGNUS LINDBERG
(Helsinki 1958)
Corrente
(1992)
Souvenir
(2010)
…de Tartuffe, je crois
(1981)
La durada aproximada del concierto es de 60'
ENSEMBLE INSTRUMENTAL DE LA ESMUC
ERNEST MARTÍNEZ IZQUIERDO, DIRECCIÓN
VIOLINES Laura Aguilera / Miguel Ángel Castillo / Clara Garriga / Carmen Guerra VIOLAS Adela Beiro / Ana Cordan VIOLONCHELOS Julia Ramos / Queralt Rodríguez CONTRABAJO Felipe Contreras FLAUTA Estela Serrano OBOE Carla Aguilar CLARINETE Sergio Ferrer FAGOT Dani Galvez TROMPAS Arantxa Portoles / Sandra Ramon TROMPETA Natalia Gomez TROMBÓN Alberto Poggianini TUBA David Cante PERCUSIÓN Álvaro Ayuso / Íñigo Ducar ARPA Elsa García PIANOS Jordi Masó, Ramon Serra
COMENTARIO
por Asier Puga
SOUVENIR
“Aunque mi personalidad creativa y mis primeras obras se formaron a partir de la música de Zimmermann y Xenakis, a lo que se sumó cierta anarquía relacionada con la música rock de la época, con el tiempo me di cuenta de que todo se remonta a los cimientos creados por Schönberg y Stravinski: ¿cómo podría la música haber tomado otro camino? Veo mi música ahora como una síntesis de estos elementos, combinados con lo que aprendí de Grisey y los espectralistas”, afirmó Magnus Lindberg en una entrevista en 2012.
Magnus Lindberg es uno de los compositores finlandeses más importantes de su generación. Alumno de Einojuhani Rautavaara, junto con sus compañeros Kaipainen, Saariaho y Salonen fundó en 1977 el colectivo “Sociedad de oídos abiertos”, que tenía por objeto acercar al público las nuevas realidades musicales de su tiempo.
Este programa presenta tres obras de Magnus Lindberg que son sendas miradas personales al pasado, bien al pasado musical mediante el uso de formas musicales de otras épocas, bien al pasado personal del compositor y a la influencia que han tenido en él ciertos creadores. La primera obra del programa, Corrente, es una obra escrita originalmente para celebrar el 127.º aniversario de la Sociedad de Literatura Sueca en Finlandia. El título, Corrente, hace referencia a un tipo de danza barroca que se popularizó a finales del siglo XVI, la courante. El material de la pieza se basa en bucles rítmicos de diferente tamaño que, superpuestos, producen una suerte de texturas caleidoscópicas.
“No comencé esta obra con la intención de reflejar mis pensamientos sobre Gérard Grisey, pero terminó teniendo esa conexión. También está relacionada con otro hecho importante de mi vida, el verano que pasé con Franco Donatoni en Italia, así como mi aprecio por su sinfonía de cámara, titulada Souvenir, de 1967. La conexión con dos de mis maestros dentro de este proyecto tenía sentido: se convirtió en una especie de mundo “souvenir” que me devolvió al concepto de la sinfonietta, de obras para pequeña orquesta”, explicó el propio Lindberg sobre su obra Souvenir, la cual tiene como subtítulo In memoriam Gérard Grisey, compositor con quien Lindberg estudió en los años 80 cuando se mudó a París.
Encargada y compuesta en 2010, cuando Magnus Lindberg era compositor residente de la Filarmónica de Nueva York, la obra se estructura en tres movimientos y surge del interés del compositor por volver a plantillas de menor escala instrumental, después de varias obras para gran orquesta. Lindberg describe el primer movimiento como “un vórtice, un movimiento rápido y conciso donde los eventos colisionan”. La forma compositiva de Souvenir está diseñada en torno al movimiento central. Si nos basamos en las generalidades de la tradición, el segundo movimiento suele ser lento y en cierta forma introspectivo, mientras que en este caso el movimiento adquiere un carácter de clímax, con una gran culminación. El tercer y último movimiento concluye la obra en un brillante final, “una suerte de tocata”, como explicó el propio Lindberg, nuevamente una forma barroca que, en vez de preludiar algo (como es habitual), lo concluye.
La última obra del programa, de Tartuffe, je crois, es uno de los primeros éxitos de Magnus Lindberg como compositor. La obra está basada en la música incidental que Lindberg compuso en 1980 para una producción de la obra Molière, o la Cábala del devoto (1929) de Mijaíl Bulgákov, uno de los escritores favoritos de Lindberg por su técnica de desarrollo paralelo de historias independientes. El punto de partida de Magnus Lindberg para afrontar la música para la producción de la obra de Bulgákov, fue aclarar los estados de ánimo y atmósferas que la música debía evocar, así como aspirar a intentar (re)crear el sentimiento de la época, para lo cual utilizó giros melódicos y secuencias armónicas de Rameau y Lully. Un año más tarde, en 1981, creó el quinteto con piano de Tartuffe, je crois, donde la atmósfera del teatro, mundo que impulsó la creación de esta obra, mantiene todo su carácter intacto.