THOMAS TRACHSEL
(Olten, Suiza 1972)
MARCIA DEI CONMEDIANTI
4'
MARIO BÜRKI
(Radelfingen, Suiza 1977)
CHRÓMA
CONCIERTO PARA DOS VIOLONCELES Y BANDA SINFÓNICA
(2014) – 24′
I. Asími (Plata)
II. Prásinos (Verde)
III. Kókkinos (Rojo)
IV. Kítrinos (Amarillo)
PAUSA 20′
FRANCO CESARINI
(Bellinzona, Suiza 1961)
SOLEMNITAS
(2002) – 12'
OLIVER WAESPI
(Zúrich 1971)
DIVERTIMENTO
(2011) – 16'
I. Preludio
II. Meditación
III. Procesión
IV. Hoedown
BANDA MUNICIPAL DE BARCELONA
SANTIAGO CAÑÓN-VALENCIA, VIOLONCHELO
ARNAU TOMÁS, VIOLONCHELO
ISABELLE RUF-WEBER, DIRECCIÓN
CLARINETES José Miguel Micó, solista / Natalia Zanón, solista / Juana Altadill / Eduard Betes / Valeria Conti / Ángel Errea / Joan Estellés / Victoria Gonzálvez / Montserrat Margalef / José Joaquín Sánchez / Antonio Santos / Juan Tormo / Laia Santamaria* / Alexandre Escrivá* / Javier Vilaplana, requinto / Martí Guasteví, clarinete alto / José Vicente Montesinos, clarinete bajo SAXOFONES Mauricio Esteller, soprano / Dani Molina, alto solista / Marta Romero, alto / Armand Franco, tenor / José Jaime Rivera, tenor / Joan Soler, barítono FLAUTAS Manuel Reyes, solista / Carme Arrufat / Paula Martínez, flautín OBOES Pilar Bosque, solista / David Perpiñán / Carla Suárez, corno inglés FAGOTS Daniel Ortuño, solista / Xavier Cervera / Laura Guasteví*, contrafagot TROMPAS Oleguer Bertran, solista / Claudia Cobos, solista / German Izquierdo / Manuel Montesinos / Miguel Zapata TROMPETAS Y FISCORNOS Patricio Soler, solista / Mauricio Albás / Santiago Gozálbez / Jesús Pascual / José Joaquín Salvador / Susana Marco* TROMBONES Emilio Almenar / Francesc Ivars / Héctor Penades / Francisco Palacios, bajo BOMBARDINOS Rubén Zuriaga, solista / David Pantín TUBAS Toni Chelvi, solista / Francisco Javier Molina CONTRABAJOS Enric Boixadós / Noemí Molinero TIMBALES Ferran Carceller, solista PERCUSIÓN Mateu Caballé, solista / Ferran Armengol / Alejandro Llorens / Naia Membrillera* / Francisco José Sánchez* / Miquel Vich* ARPA Laura Boschetti * PIANO Jordi Farran *
DIRECTOR TÉCNICO Joan Xicola
COORDINADORA EJECUTIVA Susanna Gamisel
ENCARGADO DE LA BANDA Montserrat Margalef
ARCHIVERO Àlex Fernández
SERVICIOS AUXILIARES Airun Servicios Culturales
* Colaborador/a
COMENTARIO
por Àlex Fernández
Enhorabuena: ¡ha ganado un viaje a Suiza! En unos minutos tomará un avión que le descubrirá selectas músicas alpinas de cuatro de los compositores referentes en la música para aparte de ese país. La comandante del vuelo, Isabelle Ruf-Weber, toma la batuta y le saluda. Relájese y disfrute del vuelo.
Aterriza en el país helvético y se dirija hacia Olten, una pequeña ciudad a medio camino entre Basilea y Zúrich. Allí suena una marcha ligera con cierto aire cómico. Claro, se trata de la Marcia dei commedianti del autor nato en este pueblo Thomas Trachsel. ¡Qué buen recibimiento!
No tarda mucho en adentrarte por idílicas praderas tapizadas de césped verde y montañas de cuento. Sienta un vibrante concierto para dos violonchelos de Mario Bürki: Chróma, una palabra griega que significa “color” y que a su vez es origen del término “cromo”, metal que tiene varios colores debido a sus diversos componentes. En el concierto hay tantos movimientos como tonalidades tiene ese material. Así, el primer movimiento, “Argent”, representa el brillo pero también la oscuridad de la noche a través de la fanfarria inicial. El verde es la esperanza transmitida con la cadencia que conduce a un tiempo huidizo. El rojo, la pasión y el amor que irradia un movimiento lento, de emoción contenida y escrito en estilo postromántico; y por último el amarillo de la luz y la vida, visible en un final veloz, técnico y triunfal. Y cuando despierta del sueño piense: qué combinación tan bien encontrada, violonchelos y banda sinfónica.
Siguiente parada: Burgdorf, esquina de Berna, en junio. Salga del vehículo y le recibe la niebla de los clarinetes. De repente, un flautín recita una tonada festiva y veis a los niños vestidos de blanco formando un pasacalle. La mayoría lleva ramilletes y marcha hacia la iglesia. Pronto, una vecina le resuelve la duda: la fiesta se llama Solennität y tiene más de 300 años. Celebran las buenas notas en la escuela y se dirigen al templo para agradecerlo. La melodía recorre todos los instrumentos de la antigua banda del municipio. ¡Qué lástima tener que irse!
Ya en el avión de vuelta, la comandante hace sonar el Divertimento de Oliver Waespi mientras deja atrás los Alpes. Se da cuenta de que sus cuatro movimientos son de una complejidad extrema. Del tercero, le pega la repetición hipnótica que le guía. Determine que esta “procesión” no se asemeja al ritual triste que acompaña a los entierros en Europa. Más bien bebe de la alegría y el baile que la comunidad afroamericana de Nueva Orleans asocia a la muerte.
¡Gracias por volar con nosotros!