RICHARD STRAUSS
(Múnich 1864 – Garmisch-Partenkirchen, Alemania 1949)

Duett-Concertino para clarinete y fagot TrV293

(1947) – Instrumentación José R. Pascual-Vilaplana – 20'

MIJAÍL IVÀNOVITX GLINKA
(1804 – Berlín 1857)

Obertura de la ópera Ruslan y Liudmila

(1842) – Arreglo José Schyns – 6'

MIGUEL ASIN ARBÓ
(Barcelona, 1916 – Valencia, 1995)

 La noche de San Juan

(1990) – 22'

NOTAS DEL DIRECTOR

por José R. Pascual-Vilaplana

Los solsticios de la naturaleza provocan energías que influyen sobre la vida cotidiana y ejercen una especie de equilibrio dentro de cada ecosistema. Todo cambio es puesto en marcha por un contraste, un amor y un odio, una razón y una pasión. Y todo cambio supone una regeneración, una reflexión para el futuro.

En un lugar que, tristemente, ahora todos tenemos en el corazón y en el pensamiento Kiev, transcurre la acción de la ópera Ruslan y Liudmila (1842), ambientada en el siglo X. En la fiesta nupcial de los protagonistas, el brujo Chernomor rapta a la novia. Un mundo mágico rodea las aventuras de Ruslan para recuperar a su amada. La música de Mijaíl Glinka (1804-1857), que bebe de los italianos Bellini y Donizetti, establece un contraste bien marcado en los tres temas de la apertura que reflejan, como leitmotiv, la energía de Ruslan, la ternura de su amor por Liudmila y el ambiente infernal del maldito Chernomor.

Un siglo más tarde del estreno de esta apertura que abre el concierto, Richard Strauss (1864-1949), en plena madurez creativa y casi al final de su vida, compuso una partitura que evidencia el oficio y la sensibilidad de este creador artístico. Como homenaje a un amigo suyo, Hugo Burghauser, quien fue fagot principal de la Orquesta Filarmónica de Viena, éste Duet Concertino (1948) para clarinete, fagot, orquesta de cuerdas y arpa podría convertirse en un testamento creativo a partir de una sólida y sincera técnica, que ya no quiere demostrar nada y que sólo piensa en disfrutar de su propio cultivo. A pesar de no ser una obra programática, el propio Strauss, convencido de que la música puede llevar un mensaje detrás, escribe en el dedicatario de la obra: «Una princesa bailarina se alarma por los grotescos rebotes de un oso que la imita. Por último, la criatura la conquista y baila con ella, y en medio del baile se convierte en príncipe. Entonces, al final, tú también te convertirás en príncipe y vivirás feliz para siempre…». Esta idea de diálogo entre los dos instrumentos protagonistas lleva a cabo un acompañamiento lleno de recursos expresivos y texturales que apoyan la idea narrativa en tres movimientos conectados entre sí. Hoy, los protagonistas de este relato musical serán nuestros compañeros de la Banda Municipal de Barcelona Joan Estellés, en el clarinete, y Daniel Ortuño, en el fagot.

Y, para cerrar el concierto, tenemos otro dúo protagonista, siempre con el amor de fondo y los odios que le rodean. La música de La noche de San Juan (1990), creada por el compositor nacido en Barcelona Miguel Asins Arbó (1915-1996), nos narra la fiesta del solsticio de verano, la noche de San Juan, en la que se enamoran un seminarista llamado Luis de Vargas y la joven promesa de su padre, Pepita Jiménez. Esta famosa novela (Pepita Jiménez) creada por Juan Valera (1824-1905) que lleva el nombre de su protagonista sirve de inspiración a la música evocadora, descriptiva y casi fílmica de Asins Arbó. Embriones melódicos que evolucionan y se enmarcan dentro de texturas variadas desarrollan una partitura de discurso ágil y bien estilizada. Escrita en forma de apertura clásica con un gran desarrollo, esta partitura recibió el Premio SGAE de Composición sinfónica el año 1990.

El amor y el odio envuelven las tres historias de nuestro repertorio de hoy. Y todo bañado de magia e imaginación, como un solsticio donde confluyen la naturaleza y la mitología, lo real y lo que no podemos contar. No importa, mientras podamos disfrutar del cultivo de la música.