COMENTARIO
por Maria del Mar Griera
La música góspel nace, y nos habla, del encuentro del individuo con Dios. Es un género musical nacido en Estados Unidos, en un contexto de cristianismo evangélico. Se trata de una música que brota, y hace brotar, experiencias de trascendencia y que, en buena medida, ha tenido en iglesias y en reuniones cristianas su mayor foco de expansión.
El góspel constituye también un género musical capaz de hacer converger numerosas voces al unísono haciendo vibrar a una comunidad unida por el ritmo, la melodía y la fuerza del sentimiento (religioso). El coro, la unión de voces de texturas y tonalidades distintas, es fundamental en la música góspel, aunque también es clave el papel del solista. Es un género en el que los solistas aportan su impronta propia, adaptando y recreando cada canción para convertirla en una expresión viva y auténtica.
Desde sus orígenes en los Estados Unidos del siglo XVII hasta nuestros días, el góspel ha vivido diversas transformaciones, hibridándose con otros géneros y pasando de unos momentos de mayor auge a otros en los que ha sobrevivido con más discreción. Destacan, en este contexto, el encuentro y la influencia mutua existentes entre el góspel y los espirituales negros. De hecho, a oídos de los neófitos, ambos géneros pueden ser muy similares.
Los espirituales negros son canciones que convierten el dolor y las infamias de una vida de esclavitud en un clamor espiritual, un diálogo entre el aquí y el más allá. Nacidos en la cultura oral, y fuertemente influidos por el contexto cultural donde se desarrollaron, son una música que condensa el tránsito de millones de personas entre África y Estados Unidos.
El góspel tiene su origen en el cristianismo evangélico, que es también su espacio de crecimiento principal. Thomas Dorsey es, seguramente, el primer cantante de góspel que se convierte en estrella y que recibe la aprobación de su iglesia (la bautista), pero existen otros muchos, como Mahalia Jackson o Sister Rosetta Tharpe. Todavía hoy es una música que, culto a culto, de domingo a domingo, se reproduce en miles de iglesias de Estados Unidos y del mundo entero.
No obstante, es un género que también se ha secularizado. Por un lado, son numerosos los cantantes que, formados en el contexto de una iglesia cristiana, han dado después el salto al gran público. Por otro, este género ha ganado popularidad más allá de la audiencia cristiana, y en todo el mundo se forman coros de góspel, muchos de ellos ya desvinculados de la vertiente religiosa. También en Europa existe hoy un interés, una atracción, hacia el mundo del góspel, como atestiguan la existencia de numerosos coros de góspel y el estudio de este en las escuelas oficiales de música, así como la penetración del góspel en la cultura popular (véase en Cataluña el programa <Oh Happy Day que retransmitió TV3 hace unos años).
El góspel ha calado en el tejido cultural barcelonés, de modo que también encontramos aquí ejemplos en los que se interpreta en su contexto originario. Este es el caso de la New Covenant Church, una iglesia evangélica nacida en Nigeria, pero con vocación internacional, que cuenta con su sede principal en Londres e iglesias repartidas por todo el mundo, una de ellas en Barcelona.
Hoy en día, hay más de 150 iglesias evangélicas en la ciudad de Barcelona y, en la mayoría de ellas, como en la New Covenant Church, la música posee un papel fundamental. Son iglesias en las que el góspel, los espirituales, pero también el pop y el flamenco, se encuentran, se hibridan y contribuyen a la expresión del sentimiento religioso. Las iglesias son, además, espacios de formación musical, y algunas de ellas cuentan incluso con estudios de grabación. Es el mundo de la música cristiana, muy vital, pero, a veces, poco visible para quienes no participan en ella de forma directa.
El ciclo Trànsits, organizado por L'Auditori y el Museu de la Música de Barcelona con la colaboración de la Oficina de Asuntos Religiosos del Ayuntamiento de Barcelona, hace hincapié en la diversidad cultural y en los ritos religiosos de diversas comunidades barcelonesas. En esta ocasión se ha citado con la New Covenant Church de Barcelona, que abre sus puertas a uno de sus cultos, bajo la dirección de los pastores Paul Ogabor y Jesús Garde, con Helen Ogabor como coordinadora del coro y Joe Psalmist como solista.