RICHARD STRAUSS
(Munic, Alemania 1864 – Garmisch-Partenkirchen, Alemania 1949)

MetamorfosiS

Estudio para veintitrés solistas de cuerda – (1945) – 30’

ARNOLD SCHOENBERG
(Viena, Austria 1874 – Los Angeles, Estados Unidos 1951)

Concerto para cuarteto de cuerda y orquesta

basado en el Concerto Grosso n.º 7 en Si b, op. 6,  de G. F. Händel (1933)
1.ª audición – 27’

Largo -Allegro
Largo
Allegretto grazioso
Hornpipe: Moderato

Quartet Casals

PAUSA 20’

IGOR STRAVINSKY
(Oranienbaum, Rusia 1882 – Nueva York, Estados Unidos 1971)

PetruSHka

Ballet en cuatro escenas (versión 1946) (1910-1911) – 42’

I. La feria de Carnaval. Danza rusa.
II. Petrushka
III. El Moro. Vals.
IV. La feria de Carnaval. Danza de las nodrizas.
Campesino con hueso. Gitanos y vendedor de rastrillos.
Danza de los cocheros. Mascarades. Trifulca: El Moro y Petrushka
Muerte de Petrushka. Policia y malabarista.
Aparición del doble de Petrushka.

Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya

quartet casals

stephanie childress, dirección

PRIMEROS VIOLINES Vlad Stanculeasa, concertino / Jaha Lee, concertino asociada / Raúl García, assitent de concertino / Paula Banciu / Sarah Bels / Walter Ebenberger / Ana Galán / Zabdiel Hernández / Natalia Mediavilla / Katia Novell / Ivan Percevic / Pilar Pérez / Jordi Salicrú / Ícar Solé / Pau Andreu* / Yana Tsanova* · SEGUNDOS VIOLINES Alexandra Presaizen, solista / Emil Bolozan, asistente / M. José Aznar / M. José Balaguer / Patricia Bronisz / Clàudia Farrés / Alzy Kim / Mireia Llorens / Octavi Martínez / Melita Murgea / Laura Pastor / Robert Tomàs / Oriol Algueró* / Arturo Seijo* · VIOLAS Alejandro Garrido*, solista invitado / Noemí Fúnez, asistente / Josephine Fitzpatrick / Franck Heudiard / Sophie Lasnet / Miquel Serrahima / Andreas Süssmayr / Adrià Trulls / Álvaro Castelló* / Federica Cucignatto* / Ricardo Gil* / Alexeider Pérez* · VIOLONCHELOS José Mor, solista / Blai Bosser, asistente / Lourdes Duñó / Vincent Ellegiers / Marc Galobardes / Elena Gómez / Lluc Pascual / Jean-Baptiste Texier / Carolina Bartumeu* / Irma Bau* · CONTRABAJOS Christoph Rahn, solista / Dmitri Smyshlyaev, asistente / Jonathan Camps / Josep Mensa / Matthew Nelson / Neus Camps* / Anna Grau* / Elena Marigómez* · FLAUTAS Francisco López, solista / Beatriz Cambrils / Ricardo Borrull, flautín · OBOES Rafael Muñoz, solista / José Juan Pardo / Dolors Chiralt, asistente / Disa English, corno inglés · CLARINETES Josep Fuster, asistente / Francesc Navarro / Alfons Reverté, clarinete bajo · FAGOTS Silvia Coricelli, solista / Noé Cantú / Slawomir Krysmalski, contrafagot · TROMPAS Juan Manuel Gómez, solista / Joan Aragó / David Bonet / Artur Jorge · TROMPETAS Mireia Farrés, solista / Miguel Herráez / Ángel Serrano, asistente / João Fernandes* · TROMBONES Eusebio Sáez, solista / Antoni Duran* / Raúl García, trombón bajo · TUBA Daniel Martínez · TIMBALES Marc Pino asistente · PERCUSIÓN Ignasi Vila / Miquel Àngel Martínez* / Roberto Oliveira* / Diego Sáenz* · ARPA Magdalena Barrera, solista · PIANO Daniel Espasa* · CELESTA Álvaro Carnicero*

DIRECTORA TÉCNICA María Marí
JEFA DEL DEPARTAMENTO ARTÍSTICO Montserrat Grau
ASISTENTE DIRECCIÓN TÉCNICA Núria Torrens
PRODUCCIÓN ARTÍSTICA Jose Sanchis
CONTRACTACIÓN EXTERNA Leticia Martín
ARCHIVERA Begoña Pérez (Paula Alonso*)
ADMINISTRATIVA Mercè J. Puertas
ENCARGADO DE ORQUESTA Walter Ebenberger
RESPONSABLE TÉCNICO Ignasi Valero
PERSONAL DE ESCENA Luís Hernández*

*Colaborador/a

COMENTARIo

por Joan Magrané

Danzas y metamorfosis

Si bien con direcciones y propósitos diversos, el genio de Richard Strauss (1864-1949) se mantuvo siempre fértil y vigoroso en todas sus etapas vitales y creativas: de los juveniles y rutilantes poemas sinfónicos (o “poemas tonales” según la propia denominación del compositor), las impresionantes y exitosas óperas (de las salvajes y cautivadoras Salome y Elektra a las más civilizadas, imaginativas e irónicas a partir de Der Rosenkavalier [El caballero de la rosa]), las múltiples, bellísimas y esplendorosas canciones, y estas crepusculares y melancólicas Metamorphosen de 1945 que escucharemos hoy. Conmocionado por el golpe que le provocó la destrucción de la Segunda Guerra Mundial y, particularmente, la visión en ruinas del Teatro Nacional de Múnich, su ciudad natal, y de la Ópera de Viena, Richard Strauss llevaba ya un tiempo dando vueltas a una pieza de tono elegíaco para cuerdas (inicialmente un septeto de dos violines, dos violas, dos violonchelos y un contrabajo). Un encargo del músico y filántropo suizo Paul Sacher (que la estrenó dirigiendo el Collegium musicum de Zúrich) fue el último impulso para encarar la obra con mucha más ambición, con una orquestación definitiva de veintitrés instrumentos: diez violines, cinco violas, cinco violonchelos y tres contrabajos. Las “metamorfosis” del título, siguiendo una idea goethiana, son más una apelación a las vicisitudes de la vida del compositor que una referencia directa al material musical y cómo este va desarrollándose y transmutándose (algo que hace en abundancia y con mano maestra). A lo largo de la pieza, es cierto, circulan y se entrecruzan diferentes temas con fuertes connotaciones expresivas e históricas: de las melodías originales del propio Strauss a la doble referencia temática a Beethoven (las cuatro célebres notas iniciales de su Quinta sinfonía, un martilleo que domina algunos de los momentos climáticos más intensos de la obra que nos ocupa y, de forma más sutil, sobre todo en el registro grave, el tema principal de la “marcha fúnebre” de la Tercera sinfonía, “Heroica”, especialmente reconocible y conmovedora, como una última rúbrica a rebosar de desolación, en la sección final de la pieza). 

Unos años antes, en 1933, y con un contexto en el que todavía era posible cierto grado de optimismo aunque todo apuntase ya hacia los abismos más oscuros donde no tardaría en caer la Europa del momento, el vienés Arnold Schönberg (1874-1951) escribió su Concierto para cuarteto de cuerda y orquesta en Si b, basado libremente en el Concerto grosso op. 6, n. 7 del alemán George Friedrich Händel. Esta práctica —el uso de música pretérita para acercarla a su tiempo por vía, sobre todo, de un rutilante, ingenioso y sofisticado enriquecimiento de las texturas tímbricas haciendo uso de los últimos avances en orquestación— estuvo muy en boga durante bastantes años: el Concierto para violonchelo y orquesta (que nuestro Pau Casals evitó estrenar a toda costa) del propio Schönberg, las adaptaciones sinfónicas de contrapuntos, corales y piezas diversas de Bach (también de Schönberg y de su discípulo Anton von Webern, del director de orquesta Leopold Stokowski…) o las aventuras neoclasicistas de Igor Stravinsky serían algunos de los ejemplos más conocidos. Pues bien, este Concierto para cuarteto de Schönberg se divide en cuatro movimientos contrastantes: un allegro inicial (precedido por una breve introducción lenta), un lírico y solemne largo, un saltarín allegretto grazioso y un brillante hornpipe final que parece cerrarse, recobrando una repentina calma, en el infinito. De este género concertante tan curioso y poco habitual en las salas de conciertos destacan, más recientemente, las aportaciones de John Adams, Helmut Lachenmann y Wolfgang Rihm.

Escrito entre El pájaro de fuego y La consagración de la primavera, Petrushka es sin duda alguna uno de los ballets más celebrados del compositor de origen ruso y de vida cosmopolita Igor Stravinsky (1882-1971). Lo escribió alrededor del año 1911 (aunque lo revisó en 1947 —la versión que escucharemos hoy— y, de nuevo, en 1965) y se estrenó, propiciado por el factótum de los ballets rusos Serguéi Diáguilev, en el Teatro del Châtelet de París con, entre otros, Vaslav Nijinsky (bailarín y coreógrafo clave en el universo stravinskiano) sobre el escenario y Pierre Monteux dirigiendo la orquesta desde el foso. Con el meridiano subtítulo “Escenas burlescas”, en este ballet con un desconcertante aire carnavalesco donde una grotesca marioneta cobra vida, Stravinsky hace uso de varias tonadas y ritmos populares a la vez que se aventura en un juego de estructuras rotas, repetitivas y contrastantes de apariencia cubista, un uso extremado y sorprendente de los instrumentos y un pensamiento armónico chocante y áspero que a partir de ese momento serán marca de la casa del compositor. Desde su trepidante y vibrante introducción a la austera y amarga muerte de la protagonista y la enigmática conclusión del último número, este ballet es una de las obras maestras de la música de la primera mitad del siglo XX.

CARREGANT…
Calendario sesiones
Sessions del dia

Formulario enviado correctamente!

El formulario se ha enviado correctamente. Nos pondremos en contacto por correo electrónico o teléfono.