Registros evanescentes
Constanza Brnčić
dirección
Colaboraciones artísticas:
Blanca Tolsà, bailarina y coreógrafa
Alfredo Costa-Monteiro, músico y poeta
Tristán Pérez-Martín, realizador de vídeo y fotógrafo
Beatriz González Magadán, concepción artística y ayudante de dirección
Iluminación y espacio escénico:
Adrià Juan
Constanza Brnčić
Beatriz González Magadán
Acompañamiento artístico: Bàrbara Raubert
Producción: Ariadna Miquel
Agradecimientos: María Vadell y el equipo de Gràcia Territori Sonor, Sara Ojanguren, Albert Tola y Roberto Fratini.
COMENTARIO
En la novela Locus Solus de Raymond Roussel, un grupo de curiosos recorre el palacio y los jardines del inventor y excéntrico coleccionista Canterel. Durante esta visita encontrarán historias insólitas, inventos increíbles que se multiplican y revelan un universo infinito y complejo de superposiciones y relaciones. Dos de los inventos de Canterel nos llaman la atención: el aqua-micans, un líquido bajo el que se puede respirar, y que también conduce la electricidad con mayor potencia que el agua, y la invención de la resurrectina y el vitalio, ambas sustancias que, junto con el poder eléctrico del aqua-micans, resucitan a los difuntos, reviviendo eternamente un momento especialmente memorable antes de su muerte.
Entrar en un lugar desconocido, caótico, lleno de objetos de todo tipo, libros, instrumentos, equipos de sonido de varias generaciones, casetas, discos, vinilos, en definitiva, lleno de una vida, es lo que hemos hecho este grupo de curiosos durante ese proceso. En el pequeño piso de Gràcia del fallecido músico y agitador cultural Víctor Nubla, hemos estado escuchando música, mirando vídeos y objetos, bebiendo cerveza, hablando, buscando cómo abordar el archivo personal, reflejo de su vida. El azar y las afinidades estéticas han sido dos de las metodologías que hemos puesto en juego para extraer materiales del fondo. También el interés por los formatos de registro obsoletos, tanto visuales como sonoros, en particular las casetas y cintas de VHS. De estas visitas han ido surgiendo dimensiones visuales, sonoras y corpóreas que reflejan la evanescencia de toda superficie de registro y que plantean cuestiones sobre la memoria, el archivo, el orden y el caos, la fragilidad de la vida y la rotundidad de la muerte.
Este destilado, un líquido que toma formas diversas cada vez que se vuelca, es el que queremos compartir, abriendo también los engranajes de nuestras elecciones, lecturas y aproximaciones al archivo.
Este proyecto nace en 2022, fruto de la colaboración entre Museu de la Música, El Graner-Fàbrica de Creació, Gràcia Territori Sonor y Constanza Brnčić y su equipo artístico, en el marco del programa Creació i Museus del ICUB.
En esta segunda pieza se ha continuado con la investigación iniciada entonces sobre el archivo, la memoria y la evanescencia de sus soportes materiales.