BENJAMIN BRITTEN (Reino Unido 1913 – 1976) / LENNOX BERKELEY (Reino Unido 1903 – 1989)

Montjuïc, suite de danses catalanes op. 12

(1936) – Arreglos de Joan Lluís Moraleda – 12′

I. Andante maestoso
II. Allegro grazioso
III. Andante moderato
IV. Allegro molto

SALVADOR BROTONS
(Barcelona 1959)

Brass Quintet. Concerto para quinteto de metal y banda sinfónica, op. 132

(2015) – 20’

I. Allegro
II. Andantino
III. Presto leggero

PAUSA 20’

ALBERT GUINOVART
(Barcelona 1962)

Sinfonía Gaudí

Estreno absoluto, obra encargo de L’Auditori – 35’

I. Barcelona
II. Rèquiem
III. Construir
IV. Sagrada Família

COMENTARIo

por José R. Pascual-Vilaplana

La ciudad de Barcelona ha estado ligada desde hace muchos años al mundo de la música a través de sus destacados auditorios y, sobre todo, de sus importantes personajes musicales. Esta fusión ha generado una simbiosis artística entre lo autóctono y las corrientes estéticas propias de cada época. La BMB, formación residente de L’Auditori que celebra su XXV Aniversario, ha preparado para hoy un programa relacionado con la ciudad y su apertura a varios puntos de vista.

Entre el 18 y el 25 de abril de 1936 se celebró en Barcelona el XIV Festival de la Sociedad Internacional para la Música Contemporánea, un acontecimiento que reunió a las personalidades más relevantes del mundo de la música internacional de entonces. Promovido por los maestros Higini Anglès y Robert Gerhard, la intención era dar a conocer la realidad musical catalana al mundo, tanto desde el ámbito de la musicología como de la composición. En el jurado que decidió las obras a interpretar durante el festival había figuras como Anton Webern, Ernest Ansermet o el director titular de la BMB, Joan Lamote de Grignon. De hecho, la BMB participó en un concierto del Festival el día 18 de abril en el Palau de Belles Arts en el que interpretó la leyenda sinfónica Joan de l’ós (incluida en el programa del pasado 10 de marzo). En aquel festival estuvieron presentes los compositores ingleses Benjamin Britten (1913-1976) y Lennox Berkeley (1903-1989), quienes visitaron durante su estancia en Barcelona la montaña de Montjuïc y asistieron al Festival de Danzas Folclóricas celebrado en la zona de la Exposición Universal. Después de recoger algunos apuntes, al regresar a Inglaterra, decidieron un año más tarde escribir una suite basada en la música de baile que escucharon. Así nacía Mont Juic, suite of Catalan dances for orchestra (1937), estrenada en enero de 1938 por la Orquesta Sinfónica de la BBC. Dividida en cuatro movimientos, nos presenta diversas variaciones sobre temas populares catalanes, destacando el tercer movimiento, “Lament”, que lleva el subtítulo “Barcelona, July 1936” y está dedicado a todos los que sufrieron la escalofriante Guerra Civil que se estaba desarrollando mientras se escribía la partitura. El saxo alto expresa el dolor del momento con una preciosa glosa de El cant dels ocells. La obra está dedicada a Peter Burra, amigo de los compositores con los que visitó el festival barcelonés en 1936 y que murió en un accidente de aviación cuando ellos escribían la obra. La versión para banda corrió a cargo del maestro Joan Lluís Moraleda.

Un referente de la cultura musical catalana de los últimos treinta años es sin duda el maestro barcelonés Salvador Brotons (Barcelona, 1959). Flautista, compositor y director de orquesta, la personalidad de Brotons se hace patente en toda su actividad artística. En 2013 escribe su Brass Quintet Concerto para quinteto de metal y piano, por encargo de los prestigiosos Spanish Brass, Premio Nacional de Música 2018, que hoy nos acompañan. Las versiones para orquesta y para banda se crearon un año más tarde, con una instrumentación en la que destaca la ausencia del metal en los conjuntos sinfónicos, que dejan el protagonismo al quinteto solista. El concierto se divide en tres movimientos contrastantes que evidencian el control de la forma y de la paleta de colores instrumentales del compositor. Los solistas, a modo de concerto grosso, establecen siempre un diálogo constante con el gran conjunto que, en ocasiones, acompaña y con el que, en otras ocasiones, se fusiona.

El 7 de junio de 1926, Antoni Gaudí fue atropellado en Barcelona por el tranvía número 30. Nadie reconoció a aquel hombre de aspecto descuidado y fue ingresado en la sala pública del Hospital de la Santa Creu, el hospital de los pobres. Éste es el punto de partida del libreto escrito por Jordi Galceran y Esteve Miralles para el musical Gaudí, a quien puso música uno de los nombres más destacados de la música catalana contemporánea, el maestro Albert Guinovart(Barcelona, 1962). Este eminente pianista y compositor decidió crear su primera sinfonía para banda, encargo de la BMB y que se estrena hoy, en torno a los temas de este musical que rinde homenaje a uno de los artistas más importantes de la cultura catalana de todos los tiempos: el genial arquitecto Antoni Gaudí. Durante los cuatro movimientos, el maestro Guinovart aborda diferentes temáticas: “Aunque su vida no tenía tanto interés escénico como su obra, a mí me permitió adentrarme musicalmente en el personaje e intentar imaginar todo su imaginario y pasión por la arquitectura, la naturaleza, la religión y el país”. Escucharemos primero la Barcelona frenética que acoge las ilusiones e ideas innovadoras del joven Gaudí, así como su preocupación por hacerse entender. Un segundo movimiento nos acerca al dolor por la muerte de su madre con el célebre réquiem. El scherzo nos muestra los conflictos con los que no entendían sus ideas ni el trabajo de quienes las llevaban a cabo. Finalmente, la música narra la colosal catedral de los pobres, la Sagrada Família, y cómo el pueblo llora la pérdida del arquitecto y ensalza su legado para la posteridad.

Barcelona se expresa hoy con el viento y la percusión como ciudad abierta al mundo, al que contribuye con su idiosincrasia artística.