JOHANNES TAPISSIER
(ca.1370 – c.1408)
Eya dulcis / Vale placens
DONATO DA FIRENZE
(ca. 1350-1370)
Sovran uccel
ANÓNIMO
Benedicamus domino
cantasi come Ja falla, de MS CS-Pu XI E 9
MATTEO DA PERUGIA
(fl.1400-1416)
Près du soleil
FRANCESCO DEGLI ORGANI “LANDINI”
(ca. 1325-1397)
Che cosa è quest’amor
Tante belleçe
(instrumental)
TREBOR / BORLET
(ca.1380 – 1400)
He, très doulz roussignol joly
FRANCESCO DEGLI ORGANI “LANDINI”
Vaga Fanciulla
Poi che veder
(instrumental)
NICCOLÒ DA PERUGIA
(s. XIV)
Il meglie è pur tacere
GIOVANNI DA FIRENZE
(ca. 1350)
Cantano gli angeli
cantasi come Per larghi prati
FRANCESCO DEGLI ORGANI “LANDINI”
Una colonba candida
DONATO DA FIRENZE
Come ‘l potes’ tu far
(instrumental)
FRANCESCO DEGLI ORGANI “LANDINI”
Mostrommi amor già fra le verdi frondi
ANÒNIM
Avendo me falcon
de Rossi Codex
JOHANNES CICONIA
(ca. 1370-1412)
Ut per omnes celitus
La duración aproximada del concierto es de 75’
SOLLAZZO ENSEMBLE
Carine Tinney, soprano
Sophia Faltas, alto
Jonatan Alvarado, tenor
Mara Winter, flauta
Natalie Carducci, fídula
Roger Helou, organetto
Anna Danilevskaia, fídula y dirección
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por Sergi Zauner
Música para dos imágenes del poder: el halcón y el fénix
La música italiana del siglo XIV no es solo una de las joyas del patrimonio artístico medieval, sino que además plantea uno de los enigmas más fascinantes del período: por un lado, se trata de un repertorio abundante con rasgos muy característicos, que muestra una capacidad expresiva y una solidez técnica destacables; por otro, parece surgir de la nada, dado que no cuenta con una tradición anterior documentada. Si tales documentos existieron, no se ha encontrado de ellos rastro alguno. Sin embargo, su irrupción en la escena histórica es fácil de entender. Hablamos del mismo contexto que permitió a Dante y Petrarca elevar el italiano a la categoría de lengua literaria y que hizo posible la aparición de los frescos de Giotto y la construcción de la catedral de Florencia. En esa época, la península itálica se hallaba dividida en numerosos dominios, políticamente independientes y económicamente fuertes. Liderados por familias como los Visconti, los Gonzaga o los Este, cuyos ecos resuenan repetidamente en la historia del arte y de la música, estos dominios eran focos de poder y rivalidad, pero también de cultura. En conjunto, formaban una red de mecenas inigualable, de la que los símbolos heráldicos –como el halcón y el fénix– son una metáfora perfecta.
Aparte de la preferencia por formas poéticas propias (caccia, ballata, madrigal), se suele citar el sentido melódico como uno de los atributos idiosincráticos de la música del Trecento. Sin embargo, no se trata de una tradición musical estática, como mostrará la recopilación que nos trae el Solazzo Ensemble, con una cata de las diferentes generaciones de compositores que contribuyeron a inmortalizar este repertorio. Giovanni da Firenze es uno de los principales autores de la primera generación, mientras que Francesco Landini es el más destacado de la segunda y la figura musical italiana más influyente del período. Organista de la catedral de Florencia, Landini es hijo de la relevancia cultural que adquiere entonces la capital de la Toscana. Por último, cierra esta selección la generación de Matteo da Perugia y Johannes Ciconia. La suya es una época marcada por la influencia política de la corte papal de Aviñón y por un intercambio musical del que surgirá un lenguaje con intereses comunes que trasciende fronteras geográficas y lingüísticas. La inclusión en el programa de obras de compositores de origen francés como Tapissier y Trebor junto a las de autores italianos nos permitirá apreciar esta circunstancia. El ars subtilior, como se conoce este lenguaje, añade al lirismo la exploración musical, el gusto por las combinaciones rítmicas complejas y las sonoridades audaces. Con él, el grupo dirigido por Anna Danilevskaia completa el recorrido de hoy y nos traslada a uno de los episodios musicales más atractivos de finales de la Edad Media.
Sollazzo recibe el apoyo de