FELIX MENDELSSOHN
(Hamburgo 1809 – Leipzig 1847)
Overture für Harmoniemusik op. 24
(1824) – Arreglo de John Boyd – 10'
CARL MARIA VON WEBER
(Alemania 1786 – Londres 1826)
Euryanthe. Obertura
(1893) – Arreglo de Lluís Oliva – 9'
RICHARD WAGNER
(Leigzig 1823 – Venecia 1883)
Trauersinfonie, WWV73
Sinfonía fúnebre sobre temas de Euryanthe de Carl Maria von Weber
(1844) – Arreglo de Erik Leidzen – 7'
Huldigungsmarsch, WWV 97
(Marxa d’homenatge) – (1864) – Arranjament de William A. Schaefer – 7’
Preludio y muerte de amor, WWV90
Ópera Tristán e Isolda – (1857-59) – Arreglo de Lluís Oliva – 17'
Banda Municipal de Barcelona
Carlos Ramon, dirección
CLARINETES Ángel Errea, concertino / José Miguel Micó, solista / Natalia Zanón, solista / Joana Altadill / Eduard Betes / Valeria Conti / Joan Estellés / Victoria Gonzálvez / Montserrat Margalef / Manuel Martínez / Javier Olmeda / José Joaquín Sánchez / Joan Tormo / Javier Vilaplana, requinto / Martí Guasteví, clarinete alto / José Vicente Montesinos, clarinete bajo SAXOFONES Mauricio Esteller, alto / Dani Molina, alto solista / Marta Romero, alto / Armand Franco, tenor / José Jaime Rivera, tenor / Joan Soler, barítono FLAUTAS Manuel Reyes, solista / Paula Martínez / Josep Maria Llorens, flautín OBOES Pilar Bosque, solista / David Perpiñán / Carla Suárez, corno inglés FAGOTS Daniel Ortuño, solista / Xavier Cervera / Adrià Sánchez* TROMPAS Oleguer Bertran, solista / German Izquierdo, solista / Manuel Montesinos / Josep Miquel Rozalén / Miguel Zapata TROMPETAS Y FISCORNOS Jesús Munuera, solista / Patricio Soler, solista / Mauricio Alba / Santiago Gozálbez / Jesús Pascual / José Joaquín Salvador TROMBONES Emilio Almenar / Francesc Ivars / Héctor Penades / Francisco Palacios, bajo BOMBARDINOS Rubén Zuriaga, solista / David Pantín TUBAS Antonio Chelvi, solista / Francisco Javier Molina CONTRABAJOS Enric Boixadós / Noemí Molinero TIMBALES Ferran Carceller, solista PERCUSIÓN Mateu Caballé, solista / Ferran Armengol / Alejandro Llorens ARPA Laura Boschetti *
DIRECTOR TÉCNICO Joan Xicola
COORDINADORA EJECUTIVA Susanna Gamisel
ENCARGADO DE LA BANDA Josep Miquel Rozalén
ARCHIVERO Àlex Fernández
SERVICIOS AUXILIARES Airun Servicios Culturales
* Colaborador
COMENTARIO
por David Puertas Esteve
Richard Wagner revolucionó mundo de la ópera de arriba abajo: la música, el texto, los decorados, la iluminación, los ensayos, los códigos sociales, los presupuestos, los instrumentos… Cualquier aspecto que tuviera que ver con la representación de una ópera recibió el impacto de las ideas de Wagner. Quería que la atención de los espectadores se centrara al cien por cien en lo que ocurría en el escenario, sin que nada pudiera distraerles del argumento y de las emociones que transmitía la historia. Por eso escondió la orquesta bajo el escenario (inventó el foso), hizo apagar las luces de la sala (toda una novedad en la época), eliminó acciones paralelas en la trama (como los fragmentos de ballet que tanto agradaban a los franceses), incorporó a la orquesta todos los timbres que consideró necesarios para reforzar las emociones de los personajes (incluso incluyó instrumentos de nueva creación)… Y, claro, rápidamente tuvo defensores y detractores. Nadie quedó indiferente ante las propuestas de aquel genio de Sajonia que era capaz de endeudarse hasta el cuello —incluso pasar unos meses en la cárcel— para poder estrenar sus obras.
Lo que ha trascendido de Wagner no ha sido sólo su música. También lo han hecho sus historias, sus personajes, su forma de entender el funcionamiento de una ópera, los leitmotiv, la idea de continuo sonoro, la carga emocional que hay en cada escena y la defensa del arte total como suma de circunstancias cuyo objetivo último es emocionar. Por eso ha habido muchos artistas (músicos, escritores, escultores, cineastas, etc.) que se han sentido impactados por Wagner y que han creado obras de arte inspiradas en el mundo que creó el músico de Leipzig. El concierto que hoy ofrece la Banda Municipal de Barcelona equilibra estos dos conceptos: obras de Wagner y obras de otros autores que se han inspirado.
La Marcha de homenaje (1864) está dedicada al joven rey de Baviera, Luis II, en su 19 aniversario. La Marcha fúnebre (1844) fue escrita en homenaje a Carl Maria von Weber con motivo del traslado a Dresde de los restos de este compositor, que había fallecido en Londres unos años antes. Tristán e Isolda (1865) es, probablemente, la ópera más influyente de Wagner, y contiene uno de los momentos más trágicos de la historia del género: la sublimación del amor entre los dos protagonistas, que sólo puede consumarse más allá de la muerte.
Las tres obras inspiradas en Wagner tienen todas el amor como hilo conductor: dos de ellas se basan en el desdichado amor entre Tristán e Isolda, y la tercera son variaciones sobre el Tema Porazzi, una página manuscrita con sólo trece compases que Wagner escondió dentro de la partitura de Parsifal y que resume el amor entre él y su esposa Cosima.
