FERDE GROFÉ
(Nueva York 1892 – Santa Monica 1972)
Mississippi Suite
(1926) – 14'
Arreglos de Stefan Outjers
I. Father of waters
II. Huckleberry Finn
III. Old Creole Days
IV. Mardi Gras
SERGUÉI RAJMÁNINOV
(Semionovo, Rusia 1873 – Beverly Hills 1943)
Rapsodia sobre un tema de Paganini, op. 43
(1934) – 22'
Arreglos de Christiaan Janssen
Jean-François Dichamp, piano
PAUSA 20'
DIEGO CORRALIZA
Wichahpi
Estreno mundial – (2020)- 8'
GEORGE GERSHWIN
(Nueva York 1898 – 1937)
Un americano en París
Poema simfònic- (1928) – 20’
Arreglos de Franco Cesarini
BANDA MUNICIPAL DE BARCELONA
SALVADOR BROTONS, DIRECCIÓN
JEAN-FRANÇOIS DICHAMP, PIANO
CLARINETES Ángel Errea, concertino / José Miguel Micó, solista / Natalia Zanón, solista / Joana Altadill / Eduard Betes / Valeria Conti / Joan Estellés / Victòria Gonzálvez / Montserrat Margalef / Manuel Martínez / Javier Olmeda / José Joaquín Sánchez / Antonio Santos / Joan Tormo / Javier Vilaplana, requinto / Martí Guasteví, clarinete alto / José Vicente Montesinos, clarinete bajo SAXOFONES Mauricio Esteller, alto / Dani Molina, alto solista / Marta Romero, alto / Armand Franco, tenor / José Jaime Rivera, tenor / Joan Soler, barítono FLAUTAS Manuel Reyes, solista / Paula Martínez / Josep Maria Llorens, flautín OBOES Pilar Bosque, solista / David Perpiñán / Carla Suárez, corno inglés FAGOTS Daniel Ortuño, solista / Xavier Cervera TROMPAS Oleguer Bertran, solista / Manuel Montesinos / José Miguel Rozalén / Miguel Zapata / Claudia Cobos* TROMPETAS Y FISCORNOS Jesús Munuera, solista / Patricio Soler, solista / Mauricio Alba / Santiago Gozálbez / Jesús Pascual / José Joaquín Salvador TROMBONES Emilio Almenar / Francesc Ivars / Héctor Penades / Francisco Palacios, bajo BOMBARDINOS Rubén Zuriaga, solista / David Pantín TUBAS Antonio Chelvi, solista / Francisco Javier Molina CONTRABAJOS Enric Boixadós / Antoni Cubedo TIMBALES Ferran Carceller, solista PERCUSIÓN Mateu Caballé, solista / Ferran Armengol / Alejandro Llorens / José Vicente Espinosa* / Carme Garrigó* ARPA Laura Boschetti * PIANO Jordi Farran *
DIRECTOR TÉCNICO Joan Xicola
COORDINADORA EJECUTIVA Susanna Gamisel
ENCARGADO DE LA BANDA Josep Miquel Rozalén
ARCHIVERO Àlex Fernández
SERVICIOS AUXILIARES Airun Servicios Culturales
* Colaborador
COMENTARIO
por David Puertas Esteve
A pesar del éxito del que disfrutó, George Gershwin siempre tuvo clavada la espina de no haber podido profundizar en el estudio de la música clásica. Se puso en contacto con numerosos compositores “clásicos” de renombre (Ravel, Stravinsky, Boulanger, Auric, Milhaud, Walton, Honneger, Prokófiev...) para recibir clases, pero siempre fue rechazado: todos le decían que, efectivamente, le faltaba cierta base en cuanto a conocimientos de contrapunto, armonía e instrumentación, pero que lo compensaba sobradamente con una brillante intuición y una gran espontaneidad. En un par de ocasiones viajó a París para contactar con “la gran música europea”, y en el segundo de estos viajes (1928) se inspiró para componer la suite sinfónica Un americano en París en la que describe el tráfico y el ambiente de la ciudad de la luz, con bocinas de taxi incluidas.
Gershwin, finalmente, tuvo que aceptar trabajar en equipo. Su principal colaborador fue Ferde Grofé, que se encargó de instrumentar algunas de sus obras más relevantes, la primera de las cuales fue Rhapsody in Blue. Grofé era el pianista y arreglista de la orquesta de Paul Whiteman, conocido como “el rey del jazz”, así que Grofé se ganó el sobrenombre de “primer ministro del jazz”. También trabajó en musicales de Broadway y en películas de Hollywood. Fue autor de docenas de obras originales, como Mississippi Suite (1926), que evoca un paseo por el famoso río en cuatro movimientos: el primero describe el nacimiento del río, el segundo rememora las aventuras del amigo de Tom Sawyer, el tercero nos introduce en el mundo de la música de los esclavos y el cuarto nos hace desfilar el Martes de Carnaval por las calles de Nueva Orleans.
Uno de los aficionados al jazz que no se quiso perder el estreno de Rhapsody in Blue en 1924 en Nueva York fue el pianista y compositor ruso Serguéi Rajmáninov (gran admirador de Duke Ellington y Art Tatum). Rajmáninov había huido de la Revolución rusa de 1917 y se había instalado en los Estados Unidos, pero cada verano viajaba a Europa. En 1934, en Suiza, compuso Rapsodia sobre un tema de Paganini. La estrenó él mismo con la Orquesta de Filadelfia y, antes del concierto, estaba nervioso por la dificultad de la última de las 24 variaciones. A la hora de la verdad, resolvió el problema de manera brillante y el éxito fue absoluto.
Diego Corraliza es un joven compositor y guitarrista de Elche, exalumno de Salvador Brotons quien le propuso la composición de una obra para banda sinfónica. El resultado ha sido Wichahpi, una partitura inspirada en el retrato de la Doncella de la Tierra (Mah-Kah-Wee) del pueblo indígena norteamericano sioux-lakota. El retrato en cuestión, un grabado con un tono predominantemente marrón, es obra de la madre del autor, Ana Corraliza Azorín. Poco después de la muerte de la autora, su hijo empezó la composición de esta obra, identificando el monocromatismo del retrato original con texturas sonoras estáticas y otras contrastantes y rápidas que evocan los trazos enérgicos de la obra pictórica. La palabra wichahpi en lengua sioux significa “estrella” y, según el autor, «hace referencia a la luz de mi madre que, como una estrella, me iluminó en mi camino».