La Banda Municipal de Barcelona se va de vacaciones y presenta un vídeo con la grabación de la obra Gràcies!, un divertimento para banda escrito por el titular de la formación, José R. Pascual-Vilaplana. La obra, estreno absoluto, está dedicada “a aquellos que trabajan para alimentar la esperanza en medio la pandemia”.




La grabación se ha hecho entre la Sala 3 Tete Montoliu de L’Auditori de Barcelona y las casas de los músicos. Y es que, desde hace unas semanas la Banda Municipal volvió a L’Auditori para retomar su calendario de ensayos. Unos ensayos que han culminado con unos conciertos a puerta cerrada que han sido registrados por Catalunya Música y que se podrán escuchar durante el mes de septiembre.

El vídeo empieza con los músicos de la Banda grabándose en casa con sus teléfonos móviles mientras tocan. Después la acción se traslada a L’Auditori de Barcelona, con los intérpretes pasando los controles de prevención de la pandemia, con la toma de la temperatura, el gel hidroalcohólico y las distancias de seguridad. Una vez en el edificio, se dirigen a la Sala 3 Tete Montoliu, donde la formación interpreta la obra con la dirección de Pascual-Vilaplana y terminan con un unísono ¡gracias! De esta manera quieren agradecer también el apoyo incondicional de su público durante estos meses difíciles y lanzarles un mensaje de esperanza y de reencuentro en septiembre en L’Auditori.

El lanzamiento del vídeo coincide, precisamente, con la renovación por tres temporadas de José R. Pascual-Vilaplana como director titular de la Banda Municipal de Barcelona, que estará al frente del conjunto hasta la temporada 2022-23.

Respecto a la obra Gràcies!, el maestro Pascual-Vilaplana nos ha hecho llegar las siguientes palabras:
«Como director titular de la Banda Municipal de Barcelona y en nombre de mis compañeros, queremos agradecer con esta partitura la extraordinaria tarea de todos aquellos que en medio la terrible pandemia del Covid-19 están arriesgando sus vidas para hacer que las de los demás puedan transcurrir con la mínima dignidad que el ser humano se merece.

La música de este divertimento combina células melódicas de cuatro melodías catalanas universales como son El rossinyol, El cant dels ocells, Els segadors y La santa espina del maestro Enric Morera.
A ritmo de sardana, todos estos elementos confluyen modificados armónicamente y estructuralmente para configurar una ventana al optimismo. Como decía Joan Maragall: “La sardana es la danza más bella de todas las danzas que se hacen y se deshacen”.

Todos acabamos siendo emigrantes en medio de un mundo globalizado que puede cambiar repentinamente y que nos ofrece perspectivas nuevas que no esperábamos. La música nos puede servir de bagaje para nuestro viaje y puede convertirse en bálsamo de la tristeza y savia de la esperanza».